lunes, 2 de marzo de 2009

LLAMADAS ANONIMAS


Una noche al llegar del trabajo, encendí la radio para oír algo interesante, no se si fue Radio A o Radio Ritmo, era una radio medio cursi donde la gente llamaba para dejar sus comentarios y si era posible dejar su numero telefónico por si algún tipo solitario o aburrido se atreviera a llamar. Yo era ambas cosas, así que tenia razones de sobra para oír esa radio. Fue cuando llamo una tal Michelle, decía tener veinticinco años, que vivía en La Molina, que estaba sin pareja y con "muchas ganas de hacer amistades". Parecía una mujer centrada, dócil, sensible y muy seria, todo lo que un chico deseaba tener al lado, es cuando uno siempre se pregunta: y por que una chica así esta sola??.

Llevado por la curiosidad y el encanto de aquella chica, tome mi teléfono y la llame a su casa, le dije mi nombre y mentí en mi edad (no puedo dejar de mentir ni un instante), ella muy amable me preguntaba sobre mi y mis aficiones, la charla se hizo muy amena conforme pasaba el tiempo, pero como yo soy algo curioso e impertinente, le empecé a hacer preguntas encendidas, a lo que ella ya entrada en confianza conmigo, no dudaba en responder, incluso se animo a hacerme las mismas preguntas. Yo como le había dicho que tenia dieciocho años, fingí ser un tipo inexperto en las clases amatorias, un virginal, un don nadie en la cama, un adefesio en el amor. Ella pareció encenderse mas cuando le confesé mi supuesta virginidad, me dijo que no hay nada mas tierno como un chico virgen.

Nos la pasamos hablando de muchas cosas, una cosa llevo a la otra, no recuerdo en que momento empezó, pero cuando me di cuenta, ya estábamos diciéndonos cosas sucias por el auricular. Ella me pidió bajarme los pantalones, yo le pedí que se quitara la ropa interior, ella me pidió tocarme en mis partes privadas que se ponían mas duras conforme avanzaba la conversación, yo le pedí que se acariciara los pechos mientras me decía las cosas que me haría si estuviera con ella esa noche en su cama. Las cosas que me dijo no las puedo repetir, solo se que no había conocido una mujer mas caliente que aquella chica anónima del teléfono. Tuvimos una noche alocada, con tocamientos, caricias y gemidos desesperados, tuvimos sexo por teléfono, yo nunca había hecho una cosa así, me sentí un pervertido (mas pervertido de lo que ya era). Después de toda esa sesión entretenida, nos despedimos pactando otra llamada al día siguiente, lo cual no sucedió, porque por esas cosas de mi vida cotidiana, yo solía llegar muy tarde a mi casa y solo queria descansar.

Pasaron como cuatro días sin haberla llamado, aquel día cogí el teléfono para saber como estaba aquella mujer extraña y sobreexcitada, grande fue mi sorpresa cuando llame, no me contesto aquella chica amable y juguetona, sino una tipa enfurecida y desquiciada de celos. Pidiéndome explicaciones del porque la "tenia olvidada", me culpaba de haber estado con otras mujeres y haber hecho travesuras mientras ella se la pasaba "trabajando y pensando en mi". No podía creer como cambian las personas en tan pocos días, colgué el teléfono y decidí no llamarla por un buen tiempo o quizás nunca mas.

Dos semanas después en el trabajo, un amigo adicto al chat me contaba lo aburrida que estaba su vida después de tanto "charlar con los dedos, pero sin nada de acción", lamentando su mala suerte con las mujeres, ninguna le hacia caso y hasta pensaba que era una especie de maldición. No me gusto verlo tan deprimido, asi que le dije: "quieres conocer a una chica de verdad?", él me dijo que era lo que mas anhelaba en la vida, entonces le apunte el teléfono de Michelle en un papel y le dije: "Llámala y dile que eres un chico virgen de dieciocho años", el nene me miro extrañado: "pero si yo tengo dieciséis". Le pedí que hiciera lo que le digo y que no se arrepentirá. Al día siguiente cuando lo vi, tenia otra mirada y una sonrisa pegada al rostro (también unas ojeras que parecían anteojos), "No sabes lo que me paso anoche, fue una locura, ese numero que me diste fue lo mejor que me pudo pasar", me alegro verlo así, tan suelto y desfogado, no pude evitar preguntarle por Michelle, como estaba ella y que andaba haciendo ahora sin mi; "No quiero que la vuelvas a llamar, desde este momento ella es mi novia y quiero que respetes eso, hazlo por un amigo, entendido??" me dijo en tono amenazante y a la vez suplicante, no podía negarme a su pedido, yo ya no era un adolescente entusiasmado, tenia algo de mundo en estos menesteres, así que lo deje con su "nueva diversión" y me alegre por el, parecía que lo necesitaba mas que yo.

Pero los finales felices son solo para las novelas, la vida real no permite cursilerías de ese tipo. Varias semanas después la mama de mi pequeño amigo vino a mi trabajo a buscar a su hijo, "Donde esta ese pequeño degenerado??" gritaba apenas entro, cuando lo encontró metido en una cabina de internet, se acerco y se lo llevo de las orejas, "Ya me han contado que vienes aquí solo para ver pornografía, ahora en la casa vas a ver como te castigo" le decía mientras se lo llevaba del brazo, delante toda la gente ahí presente, haciéndole pasar la peor vergüenza de su vida. al acercarme a mi amigo solo pude oírlo decir: "fue Michelle, esa loca de mierda".

Luego me entere que mi amigo le había contado que paraba en el chat buscando amigas y como Michelle era una enferma de los celos, llamo un día a su casa cuando el no estaba, para hablar con su madre y contarle que su hijo era un pornógrafo convicto y confeso, y que debería prohibirle entrar a las cabinas de internet para no tener un hijo pervertido en la familia, así ella estaba tranquila que su "novio" no ande buscando mas amiguitas. Cuando oí la historia completa me eche a reír, y a la ves agradecí a mi amigo por haberme salvado de una desquiciada total, "ya me las pagaras" me decía mientras se colocaba en una cabina para chatear, no sin antes pedirme que por favor le avise si es que llega su madre a buscarlo para poder esconderse a tiempo detrás de los muebles.

1 comentario:

Cesar Jack dijo...

pasame el fono de la flaca, necesito una loca para hacer locuras