domingo, 18 de enero de 2009

ARRUGADOR NOCTURNO


Ella estaba en el paradero de buses, esperando que llegue la línea que la llevaruia a su casa, tenia un pantalón jean apretado, una blusa de color celeste casi transparente que dejaba ver un poco de sus senos firmes, el cabello mojado hasta los hombros y una sonrisa coqueta que abría las puertas a cualquier “abordamiento”. Yo salía del trabajo y me dio por acercarme a ella para preguntarle la hora (el viejo truco del reloj como diría el súper agente 86). Le pregunte mas que la hora, ella me respondió mas de lo que le preguntaba, entonces el flechazo estaba listo, intentaba pedirle su numero pero se estaba haciendo un poco la difícil, parecía que empezaba el típico juego del tira y afloja, cuando de pronto su bus estaba por llegar, lo divisaba a los lejos y sin dar mas comentario, saco un papel de su bolso y me apunto el numero de su celular, su nombre debajo y un corazón mal dibujado al costado de su nombre.

No podía esperar mas, así que esa misma noche la llame y acordamos vernos en el mismo paradero, pero con la condición de irnos a tomar algo antes de tomar nuestros buses. Esa noche no se hizo la difícil, al contrario, parecía que buscaba refugiarse en alguien. Así que después de unas copas, la lleve a un hotel donde nos quedamos hasta la madrugada, salimos muy rápido y la acompañe a tomar su bus. Así tuvimos como tres encuentro esa semana, siempre terminando enredados en el mismo hotel. Una noche, mientras ella se metía a la ducha me puse a revisar su celular (pienso que es la mejor manera de conocer a alguien, leer sus mensajes de texto), pude ver unos mensajes bastante calientes que le enviaba un tal "Samuel", supuse que era su enamorado, el ultimo mensaje era de hace dos días, y yo ya tenia un mes revolcándome con ella. Me hice la idea de que era un simple cornudo, un perdedor, alguien que no supo hacer feliz a su chica y que por eso ella era una loba en la cama cuando estaba conmigo. Olvide la escena, nunca hablamos de compromisos, tampoco no le pregunte nada que le haga pensar en ello, pensé que así era mejor, nadie saldría lastimado si ninguno de los dos se ponía serio.

Lo curioso vino después, cuando deje de verla dos semanas, no la encontraba en el paradero ni tampoco me llamaba, entendí que ya se había cansado de mi o que se harto de acostarse conmigo y busco a otro chico para seguir saciando su sed de placer. Pero un buen día caminado por las calles de mi barrio, vi que un grupo de quince persona perseguían a un solo tipo, provisto de palos y piedras aquel grupo de energúmenos estaban dispuesto a linchar al pobre tipo, al final lograron alcanzarlo y le dieron la peor paliza que haya podido ver en mis tantos años. El chico salio con la cabeza empapada de sangre pero de pie, sin decir palabra alguna, mientras tanto uno de los que estaba en el grupo gritaba: "Eso es para que no te metas con la mujer otro. Atrasador hijo de p...". Hasta ahí estaba tranquilo, era un pobre chico que no supo ocultar su aventura. Lo peor fue cuando vi a aquella muchacha con quien me había revolcado varias veces, tomada de la mano de uno de los chicos que estaba en esa banda que se hacían llamar "maSaCre", conocidos por ser barras bravas de un equipo de futbol.

Aquella chica había estado jugando con fuego y lo que es peor, no me había avisado. No es bueno que alguien se meta contigo sin antes avisarte que podrías morir en el intento. Soy de los que ama el peligro, pero no me gusta regalarme tan facil a una golpiza segura, además ya me había dado el gusto de probar ese cuerpo tan insaciable y tan lleno de peligro. Así que borre su nombre de mi agenda, no atendí mas sus llamadas y por un tiempo cambie de ruta para no cruzarme con ella en el paradero. Muchos meses después me cruce con ellos en una fiesta de la municipalidad de mi distrito, ella logro encontrarme con la mirada entre el tumulto de gente, yo también logre verla, ambos nos miramos y nos lanzamos una sonrisa cómplice y burlona, como recordando viejos tiempo que tal vez no volverán, aunque nunca se sabe... porque yo sigo amando el peligro.

TRIPLE X


Hace poco un amigo mío me enseño su celular, que entre todas las bondades que tenia ese aparato, había una sección de videos donde mi querido compañero guardaba unas escenas donde su novia, que también era muy amiga mía, le estaba haciendo sexo oral en su habitación. Yo no sabia que mi amiga tenia un gran talento para practicas tan agradables (solo lo sospechaba), ese video era muy favorecedor para ella, podía incluso ponerlo en su curriculum vitae. Aquel video fue tan jocoso, ameno y hasta placentero que me incentivó a que yo también hiciera lo mismo, así que puse manos a la obra.
Llame a una amiga cariñosa y la cite en un hotel cerca de su casa, lleve una cámara escondido entre mis bolsillos, ella ni sospechaba que tenia ese aparato conmigo y que estaba dispuesto a hacer mil y una travesuras. Estando ya en la cama, empezando las caricias preliminares, saco entre mis cosas, del fondo de mi bolso, mi camarita fotográfica que también graba videos, para encenderla delante de ella, causandole tamaño asombro. Como era de esperarse, a ella no le gusta nadita la idea de ser fotografiada y hasta grabada en pelicula tal y como vino al mundo. Al principio se enojo mucho, hasta me dijo uno que otro improperio, acusándome de enfermo sexual (faltaba mas), de ser un degenerado sediento de los mas bajos escrúpulos. Sabia que eso ocurriría, así que le di por su lado, no sin antes lanzarle una frase que a creo que a cualquier mujer le gustaría escuchar: "me gustaría recordarte desnuda, para que puedas acompañar mis noches mas solitarias y extrañarte mas de lo normal".
Con algunas clausulas restringidas, una promesa de honor de no publicar nunca aquellas fotos, mi amiga acepto ser fotografiada. Es mas, hasta quería ser ella la que elija como deben ser tomadas las fotos. Así que se echo en la cama, se puso a sonreír a la cámara, hacia movimientos sexys y me indicaba donde debía fotografiar o si faltaba mas luz a la habitación, gajes del oficio creo yo. Entonces luego de tantos flashes y cumplidos a su cuerpo desnudo, nos amamos como dos locos explorando las sabanas, rasgándonos la espalda y lanzando gritos de placer y lujuria.
Llegando a mi casa quise observar como había salido la grabación (porque deje grabando la cámara mientras nos revolcábamos en el colchón), y la decepción fue muy grande. Me estrelle con la triste realidad de que soy un tío barrigón, con el cuerpo adiposo y sin nada de musculatura, hecho una desgracia por el exceso de trago y comida chatarra. Era un remedo de hombre que jugaba a ser semental, pero que no podía ocultar los rollos de grasa ni las piernas flacas de la que estaba compuesto mi triste humanidad, mas parecia una vieja caricatura, de esos que hacen reir a los chicos. No termine de ver toda la grabación, apreté el botón eliminar, apague la cámara y prometí nunca mas intentarme grabar en esas condiciones. Ni modo... sucede en las mejores familias.