viernes, 24 de julio de 2009

AMENAZADO DE MUERTE

Las malas lenguas me han contado que mi “amigo” Javier me anda buscando para golpearme, parece que no le gustó que lo haya ridiculizado en varias de mis entradas de este blog, sobre todo en una donde una chica llamada Jenny lo califico como “un inútil en el sexo”, una desgracia total en las ligas amatorias. Entiendo que la vida a veces es ingrata y que hay batallas donde no podemos “fallar”, porque nos exponemos al ridículo, sobre todo cuando nuestra “victima” es conocida de todos tus amigos, corres la suerte de hacerte famoso como “el peor de todos”.

Javicho muy indignado se cruza con un amigo del barrio llamado Jhonatan, este al verlo muy desmoralizado le pregunta que le sucede, Javier le explica lo sucedido, incluso le enseña la pagina de mi blog en Internet donde cuento sus desventuras, Jhonatan solo guarda silencio y se solidariza con su amigo de toda la vida. Dos horas después regresa con los demás amigos del barrio sin que Javier se entere y les muestra mi blog, incluso lo lee en voz alta delante de toda la gente presente alrededor, las carcajadas no tardan en llegar, pues todos en ese lugar conocen a Javicho aunque sea de vista y hasta ese día, no sabían de esa fatídica noche de su vida.

Javier aun sigue enojado y ha decidido buscar a Jenny para preguntarle si es cierto lo que dijo esa noche a sus espaldas, Jenny lo niega todo (como debe negar siempre todo de lo que la acusen, pues esa es la regla), le dice que ella jamás haría una cosa así y que aquel polvo que se metieron juntos, no fue tan malo. Mi amigo sale satisfecho del interrogatorio, regresa a su casa muy tranquila, pero no logra entender por que la gente con la que se cruza en el camino lo mira y no dejan de reírse.

Los amigos del barrio, un sábado por la noche celebran la amistad con una cervezas bien heladas en casa de uno de ellos, están casi todos menos Javier (que suele dormir muy temprano, aunque todos piensan que siempre anda dormido). Antes de la medianoche Jenny llega a la reunión, cuatro cervezas mas tarde le comentan lo que yo había escrito en mi blog, ella reconoce que eso que yo escribí es verdad, pues nada mas natural para reconocer nuestros crímenes, que estando rodeado de criminales, porque si juntáramos los pecados de toda ese grupo de degenerados, bien podrían darles cadena perpetua.

Pero mi buen amigo Javier me sigue buscando para golpearme, esta muy enojado que yo lo haga famoso de esa manera tan cruel, quizás anda preparándome una emboscada en alguna calle cercana, anda diciendo que camine con cuidado, que mire hacia todos lados al cruzar la pista. Pero lo que yo no se, es cual de los dos tendrá mas miedo de salir de su casa, yo que puedo ser victima de su terrible y sanguinaria venganza, o él que debe huir de la risa y burla de todo aquel que ya lo conoce como: “el peor de todos”.

EL VIAGRA Y YO


Para ser un lobito feroz no solo hace falta malicia, sino también estar a la vanguardia con los últimos gritos de la moda sexual, fue así que empecé con algunas modas que no me eran muy familiares, las primeras cosas que hice fue el rasurado de ciertas partes donde no llega el sol, pensaba que ser velludo era un sello de masculinidad, una marca de macho cavernícola que muchas veces suele impactar a las féminas, pero tuve que hacer una encuesta y los resultados me vieron en la obligación de hacer un “cambio de loock”, otro detalle fue las cremas lubricantes, antes para poder penetrar partes mas prohibidas solo hacia falta un poco de saliva y harta sangre fría, no hacer caso a los gritos o quejas. Luego seguir con los condones con sabores, condones con espuelas, incluso los condones retardantes que se ven tan interesantes, toda una serie de accesorios que hacen del sexo una ciencia complicada, pero que nos obliga a los hombres a tomar cursos intensivos en la calle, para poder estar a la par con los avances de la tecnología y la moda.

Pero cuando una vez vi en un programa de cable, sobre los grandes efectos de viagra en la gente joven, me entro el bichito de experimentar con esa extraña pastilla azul, pensaba que si un viejito de 50 años podía ser un semental tomando eso, yo bien podría ser un superman. Tenia que saber lo que se sentía estar con los efectos de ese “milagro del siglo XXI”. Así que un día, después de haber pactado un encuentro cuerpo a cuerpo con una fémina, fui a la farmacia que estaba cerca, pero para no aparentar ser un chico tímido o con problemas de erección, hice antes unos pedidos que no despertaran sospechas: dos cajas de condones, dos cojines de lubricantes “love lub” y un sidenafilo de 50mg (viagra). Hecho el pedido enrumbe al encuentro hacia el hotel, no sin antes tomarme mi pastillita para sentir los efectos 30 minutos después, como me dijo la chica de la farmacia.

Ya instalados en el hotel, apenas habían pasado veinte minutos, por el temor de no sentir los efectos completos, tuve que ganar más tiempo sin que ella sospechara. Primero mande a pedir una película XXX, luego al llegar la asistente, la convencí que me la cambiara por que ese video ya lo había visto (como si existiera una película XXX que yo no haya visto aún, jeje). Después pedí una botella de agua a la recepción, luego de eso empecé a preguntar las cosas más incoherentes y estupidas que jamás me haya oído decir, y todo por ganar tiempo, en fin. Según el reloj ya había pasado cuarenta minutos, era la hora de empezar.

Fue una gran noche, era cierto lo que decían, esa cosa te pone en otro nivel, fue una paliza monumental, me sentí un terminator con un arma indestructible, un semental de grandes ligas, en pocas palabras, por un instante me sentí como nuestro gran héroe Rocco Sifredi. Entonces ya terminado el “quinto round” de esta batalla colosal, quise quedarme en la habitación a descansar un rato, mientras tanto ella se vestía, contándome cosas que yo no prestaba atención (sigo convencido de que después del sexo, ningún hombre presta atención).

Pero quince minutos después, sentí los cargos de culpabilidad, me miré al espejo y vi un tipo tramposo frente a mí, un embustero del sexo que no le importan las reglas de juego, un vil tahúr que ha sacado su as falso bajo la manga para ganar la partida. Con el rostro avergonzado y enrojecido por los efectos del viagra, busque la caja donde tenia la pastilla y quise esconderla en algún lugar de la habitación, lo que hice fue tirarla debajo de la cama, pero luego entendí que ese era un mal escondite. Lo curioso de todo es que al meterme debajo de la cama a recoger la prueba de mi delito, la vergüenza desapareció de mi cara al ver lo que había debajo, eran cuatro cajas parecidas a la mía, con el mismo nombre y quizás de diferentes miligramos. Mi autoestima estaba saneada, al fin podría salir del hotel con la cabeza en alto, mirando la luz del sol de frente, pues no soy tan diferente a los de mi especie, simplemente soy lo que soy… soy un lobito feroz.

viernes, 17 de julio de 2009

SACRIFICIOS DE UN SUPERHEROE

Ser tío de tres sobrinos me ha dado muchas alegrías, puedo compartir sus fiestas de cumpleaños y no pagarlas, puedo abrazarlos por conseguir el primer lugar en su escuela y no haberles comprado un solo libro, incluso puedo consentir sus berrinches cuando me piden algo y no se los doy, en pocas palabras ser tío es como tener hijos y disfrutarlos sin gastar un solo centavo.

Y no es que sea un tacaño, aunque mis hermanas digan lo contrario, solo que pienso que a un tío no se le debe querer por el dinero que gasta, sino por las cosas que demuestra. Y yo para mis sobrinos soy como una especie de superhéroe, un James Bond tercermundista, un Superman sin capa y con sobrepeso, un Batman sin antifaz, pero que por la cara de tonto que me manejo, bien merezco llevar uno. En fin, siempre estuve en sus cumpleaños, en cada uno de ellos, por eso cuando Vanesa me pidió vernos el miercoles en el mismo hotel de siempre, lo primero que hice fue llamar a mi hermana, para saber a que hora iba a celebrar la fiesta de cumpleaños de mi sobrino Edi en su escuela, ella me confirmo que la fiesta seria a la una y treinta de la tarde, lo que me dio libertad para citarme con Vanesa a las diez de la mañana y tener tres horas de intenso placer y locura entre sabanas alquiladas.


El miércoles me levanto muy temprano, me doy un duchazo, me pongo mi mejor perfume, afeito algunas partes de mi cuerpo para sentirme mas cómodo y llevo mi cámara digital, para no tener que regresar a mi casa por ella. Saliendo del hotel tomaría un taxi para la escuela de Edi y ser el fotógrafo oficial del evento. Parecía un plan perfecto, calculado milimétricamente, sin temor a errores, pero no existe el crimen perfecto.


Parece imposible de creer que a tres calles antes de llegar al hotel, reciba la llamada de mi hermana para decirme que hubo un cambio de planes, que la fiesta de Edi se adelanto a las diez y treinta, que tome un taxi esté donde esté y acompañe a mi sobrino en su fiesta con sus amiguitos de la escuela. Es difícil imaginar esa lucha interna que tuve al poner las opciones en una balanza. De un lado estaba Vanesa esperándome desnuda sobre una cama caliente, deseando besarme partes cada vez mas inmorales, con la consigna de quitarme todas las energías, en el otro plato de la balanza estaba una tira de niños babosos, haciendo bromas inocentes, lanzando gritos desesperantes, desordenando el salón de clases, rompiendo lo que hay a su paso y haciéndome preguntas que no tengo ánimos de responder.


Era mediodía en la escuela de mi sobrino, mi cámara ya había tomado muchas fotos, en los parlantes de oye una música de Yola Polastri (siempre he odiado a Yola), Edi ha abierto casi todos sus regalos, dejando los papeles regados en el piso, el grito de los niños es cada vez mas fuerte, Vanesa me ha enviado un mensaje al celular maldiciéndome como lo hace una mujer que se quedo sola en un cuarto de hotel, me dice que no la llame nunca mas. Entonces solo me queda reírme de mis tragedias y tratar de divertirme, le doy un fuerte abrazo a Edi por su fiesta, lo cargo en mis brazos y le digo que lo quiero, mientras de mi bolso se caen algunos condones que guardaba, los niños me llenaban de preguntas mientras lo recogían y me lo entregaban, las maestras de la escuela me miraban sorprendidas y sobrexcitadas al ver la cantidad de preservativos que estaba dispuesto a usar para mi encuentro. Yo solo guardo mis globitos recién comprados y suelto una sonrisita tímida mientras les digo: “Es que me equivoque de fiesta…”

sábado, 11 de julio de 2009

PARANOICO NOCTURNO


Yo, un diablito del señor, su hijo más ingrato, pero su hijo al fin de cuentas, siempre me gusto ir contra la corriente, tomar lo que no es mío, mentir desmesuradamente solo para saber hasta donde pueden llegar las consecuencias de mis falsedades. He tomado muchos nombres y muchas formas: para llevarme a la cama a Doris le tuve que decir que estaba terminando mi carrera en la universidad, para acostarme con su amiga Katrina he tenido que aparentar ser un chico virginal y honorable, para llevarme al hotel a Catherine tuve que decirle que era un bisexual confundido, cuando quise saber los datos de mis enemigos tuve que usar el nombre de una mujer, mayor de treinta años y deseosa del sexo, que es la manera más sencilla de hacerle soltar la lengua a cualquier tipo en el chat.

Por eso cuando apareció una mujer excitante y a la vez desquiciada, con una historia de su vida muy excitante y llena de contradicciones, me puse a pensar en que el boomerang por fin me ha sido devuelto. Aquella mujer que le gustaba mis escritos, decía ser una ninfomaníaca convicta y confesa, una fanática del vampirismo, una chica linda que anda por las calles frías de Buenos Aires, buscando un cuerpo fogoso cada fin de semana, prometiéndome que si un día llego a su ciudad, los cuatro primeros polvos corren por su cuenta. Entonces como puede caerme mal una mujer con semejante promesa? era casi imposible.

Pero si yo aún no estoy muerto o mal herido, una de las razones es porque siempre tome mis precauciones, siempre estudie cada paso y sus consecuencias, nunca he arriesgado mi pellejo mas allá de los limites permitidos, hasta cuando ando de atrasador nocturno me fijo que el marido no sea policia, ni vigilante de noche. Así que cuando llegó esta vampirita, con un disfraz perfecto (de ninfomana), digno de impresionar a cualquier lobito feroz, me dejo muchas dudas. Pensé que era una enviada de algún enemigo a quien le jugué sucio alguna vez, quizás era la amiga de alguna mujer que quiere saber si soy tan decente como a veces suelo decir, hasta llegue a pensar que era el diablo que había llegado para saldar cuentas conmigo. Todas las teorías eran permitidas para un tipo paranoico como yo, que piensa que por cometer tantos pecados, algún día pagara igual número de castigos, lo que ya me aterra imaginar.

Al final de algo tiene que morir la gente, las semanas pasaron tan rápido, ahora la vampirita y yo somos grandes camaradas, le he contado mis pecados más oscuros y ella sus aberraciones mas memorables, coincidimos en muchas cosas, hablamos de poses sexuales, de castigos sadomasoquistas, ambos somos una moneda de dos caras, casi cortados por la misma tijera, le confesé algunos secretos que tenia guardado, le baje la guardia por unos instantes, aunque por dentro siga siendo el mismo paranoico. Por si las dudas dejé algunas mentiras en el camino, mentiras que podrían salvar mi pellejo. Aunque si ella fuese el diablo, como ambos hemos deseado que así sea, yo también le diría que quiero saldar unas cuentas, asi que nos convendría juntarnos con unas copas sobre la mesa, para poder negociar otra prorroga a mi existencia.

HISTORIAS DE BORRACHOS



Estando entre varias copas con los chicos, mi entrañable amigo Javier, que había llegado hace unos meses de España, me contó de un lugar algo alejado de Madrid, donde no había locales de desnudistas, tampoco existían burdeles, ni prostitutas en las calles rojas. Le dije que era la cosa mas triste que he oído en mi vida, un pueblo sin putas es una tortura para todos los emos, los nerds, los cerebritos de las universidades, quienes se cortarían un brazo con tal de perder la timidez y poder hablarle a una mujer, los tipos casados y cansados de sus esposas. Las putas tienen su lugar en el mundo, como diría un diplomático, “las putas son un mal necesario”.

Pero la historia no terminaba ahí, porque Javicho me contaba que si no había putas en ese lugar era por algo, me habló de una enfermedad que reinaba en ese pueblo, donde solo atacaba a las mujeres, un mal terrible y mortal que a largo plazo terminaría extinguiendo la especie femenina. Pero como toda enfermedad debe que tener una cura, esta era muy simple. Para que una mujer infectada pueda curarse, debería tener sexo con un chico cada tres días, durante 18 meses, y otros 6 meses más para reforzar el tratamiento, y otro tanto más por si se vuelven adictivas (plop).

Dicho todo esto, empecé a entender porque no había burdeles en ese pueblo tan bendecido por los dioses. Ahora los hombres ya no serian los cazadores de vírgenes, sino que serian las mujeres las que inicien el romance, ahora tenían que ser ellas las que insinúen a los chicos para ir al hotel, por un simple fin de sobrevivencia. Aquel pueblo se hizo muy famoso por esa enfermedad, pero para sorpresa de algunos, no fue aislado ni puesto en cuarentena por el gobierno español sino todo lo contrario, durante años fue el lugar que mas turistas recibieron, incluso por los mismos españoles de las otras ciudades.

La historia de mi amigo Javier era tan creíble que hasta babeaba de placer mientras me contaba sus largos paseos por aquel pueblo algo lejos de Madrid. Pero luego entendí que tal vez esa historia era producto de la brutal borrachera que se estaba metiendo, y la baba que emanaba era porque mi entrañable amigo Javier nunca pudo controlar sus glándulas salivales (osea que era baboso por naturaleza jeje). Es que lo emocionaba mucho hablar de sexo, como a cualquier chico, de cualquier edad, de cualquier lugar. En fin, solo quedaba aplaudir su buena imaginación y talvez desear con todas nuestras hormonas, que en algún lugar de este extraño mundo, exista un pueblo como ese. Salud Javicho.