jueves, 31 de diciembre de 2009

A CELEBRAR UN AÑO MAS


El año va terminando y me pongo a hacer un balance de lo que me ha pasado, el saldo es muy favorable, pase muy buenos momentos y lo que es mejor, aquellos buenos momentos la pase con alguien muy especial. Conocí a mi tangamandapiana (la de los ojitos tiernos en la foto) y nos hemos llevado muy bien. Pero aunque me quiere mucho, parece que ya se enteró de que es mejor persona que yo y eso podría jugar en mi contra. Porque seamos sinceros, hasta el ladrón de la esquina podría ser mejor persona que yo, la vida que tuve me ha vuelto una persona muy desconfiada y ruin, eso a veces es una desventaja porque nunca entrego todo lo que debo dar en una relación. Pero voy aprendiendo y eso es otra desventaja, porque hay que tenerme mucha paciencia, a veces soy muy irritante, pienso que todo irá mejor a la próxima y esa también es otra desventaja, porque si no logro aprender a la primera, a la segunda es casi lo mismo, entonces estoy en una lucha constante, donde no siempre hago lo mejor que puedo en un mundo tan desventajoso, todo un reto para mi tangamandapiana, pero en fin, a cruzar los dedos a ver que pasará.

Este año conocí a muchas personas, algunas más interesantes que otras, una de ellas es mi amiga la vampirita, una argentina que me recuerda a mi cuando tenía veinte años, tan deseosa de sexo como si fuese agua para beber, en el tiempo que la he conocido me ha mostrado casi todas sus caras, espero que siga conmigo hasta hacerse viejita (aunque ella diga que las personas como nosotros, jamas llegan a viejos) y ver aquella metamorfosis que a todos nos da. Conocí a varios músicos que tocan en un viejo bar, donde si pudiera iría a verlos todos los fines de semana, lástima que no se puede, porque casi no tengo días libres y ellos casi no tocan todos los fines de semana (pero ya le llegaran mas contratos chicos, sigan luchándola). He tenido que bajar mi kilometraje por la bendita fidelidad, también porque se me perdió el celular y con el muchos nombres y números telefónicos, aunque no lo crean, me cuesta recordar teléfonos, incluso no recuerdo mi propio número si no fuera porque lo tengo apuntado en mi agenda, así de distraído he llegado a ser. Entonces al perder mi celular, también he perdido mucho de mi vida bohemia y promiscua. Pero ya tengo novia, eso calma un poco mi sed. Una novia que a veces lee este blog y tengo que decirle que todo lo que cuento sucedió en épocas pasadas, aunque ella no logre creerme del todo.

El año se va y con él muchas cosas vividas, estoy seguro que para uds. también lo ha sido, no pensé que este pequeño blog hecho para chicos degenerados haya sido leído por mas personas de las que imaginé, se agradece la atención y el tiempo dedicado a esta esquina tan humilde hecha con mucho cariño, aquí he matado un poco mis fantasmas, me he sentido un poco mejor al contar mis desventuras tal y como sucedieron, siendo yo el héroe o el villano, el tonto o el canalla, pues todos tenemos dentro un poco de todo eso. Se han cambiado nombres, fechas, lugares, solo para proteger mi integridad, aunque muchas de las personas han terminado riéndose conmigo después de leerlas, solo mi queridísimo amigo Javier ha levantado su voz de reclamo y es por eso le he prometido ya no escribir mas cosas sobre él, para tristeza de los chicos del barrio, ni modo muchachos, todo tiene su final.

Para terminar mi ultima entrada del 2009, les deseo un feliz año a todos mis lectores, les puedo desear muchas cosas buenas, aventuras y romances. Y para no dejar de ser yo, les deseo que este año que se viene, cojan mucho, cojan como locos, y si se puede de vez en cuando…. hagan el amor.

Feliz año les desea este lobito feroz.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

UN LOBITO EN EL PARAISO


Era el cumpleaños de mi amiga Sara y no la había visto en varias semanas, es que luego de un tiempo por fin se había decidido en estar con Claudia y solamente con Claudia, así que nos alejamos un poco para que vivan su luna de miel. Pero yo siempre he creído que los cumpleaños es la mejor ocasión para ver a los amigos, es por eso que la llamo a su celular y le digo si me deja visitarla a su departamento para tomarnos unos tragos, ella acepta y voy enseguida al encuentro.

Llegue a su nuevo nidito de amor y es Claudia quien me abre la puerta, ella ya tenía referencias de mi así que no fue muy brusca la presentación, pero no solo estaban Claudia y Sara en ese departamento, cuando entre a la sala estaban cinco personas más sentadas y listas para una celebración. Sara me presentó a todas sus amigas, compramos unas cervezas y charlamos como buenos amigos entre todos, demás está decir que todas las chicas de ese lugar se habían acostado con más mujeres que yo, lo cual además de herir mi ego me hacía sentir como si estuviera en un mundo paralelo, pero me gustaba ser el nene del grupo (aunque sea el único chico del grupo). Luego de muchas bromas y mucho alcohol, una de las chicas nos invito a ir a una discoteca que recién habían abierto en Miraflores, donde casi la totalidad de los asistentes eran lesbianas. Debo confesar que esa era una de mis fantasías, estar rodeado de mujeres que se agarren a besos y caricias todo el tiempo, Sara lo sabía, por eso acepto conmigo la invitación a esa bendita discoteca. Cuando se acabaron los tragos, salimos todos y tomamos un taxi rumbo a la discoteca “Eclipses”, parecía la noche perfecta y eso que recién estaba empezando.

Apenas llegamos a la discoteca mis ojitos parecían brillar como luces de navidad, era cierto, ese lugar estaba repleto de chicas guapas y cachondas, eran pocos los chicos gay, casi no había ninguno. Apenas cruzamos la puerta una mujer de un escote esplendido me saco a bailar, ante un escote así, es difícil negarme, tomando en cuenta que yo no sé bailar, pero como decirle que no a esa chica si estaba de película. Lo malo que apenas empezamos a bailar me preguntó si había venido con novio, le dije que solo vine con unas amigas, y fue ahí que me dijo que a su primo le había gustado, que ella me saco a bailar pero que en realidad desea que yo me tomara unas copas con su primo que estaba sentado en la barra. Voltee solo de curiosidad y no podía creerlo, aquel primo era muy guapo, parecía un modelo de televisión. Debo confesar que me sentí halagado que un tipo así se haya fijado en mí, creo que hasta por unos segundos había deseado ser gay para irme con ese chico a su departamento (imaginen lo guapo que estaba el condenado). Pero con la naturaleza no se puede ir en contra, a mi me encantan las mujeres y eso no es negociable por nada del mundo, así que deseche la propuesta y me fui a la mesa con mis amigas.

Estando ahí se nos acercaron más chicas, cada una más linda que la otra, en total éramos como doce personas pasándola bien, lo inevitable era que todas las chicas ahí presenten me preguntaban si yo era gay, cuando les decía que no, venia la pregunta más incomoda: “entonces que haces aquí??”, yo les decía que era el cumpleaños de Sara y yo voy a donde ella me lleve. Curiosamente dejaron de hacerme esas preguntas cuando ya les empecé a decir que era bisexual (estaba rodeada de mujeres, así que no había peligro). La noche transcurrió tranquila, con mucho alcohol y diversión, yo ya había visto más de la cuenta y estaba satisfecho, vi mujeres cachondas en cada rincón del salón, en el baño y los pasadizos oscuros, pensé que eso era lo único que me faltaba ver a mis cortos veintidos años, en resumen, era el tipo más feliz del mundo.

Pero la noche no terminaba, tomamos un taxi para seguir la fiesta en el departamento de Sara, donde mientras pasaban las horas, cada pareja se iba retirando a buscar un lugar donde desfogar sus pasiones, Sara y Claudia fueron las primeras que se fueron al dormitorio, luego las siguieron Verónica y Sheyla y las demás tambien, solo quedábamos yo, Sofía y un vino. Con lo que pude comprobar que el alcohol hace olvidar a las mujeres de que son lesbianas, o hace recordar a las lesbianas de que son mujeres después de todo. Porque al final, para pasarla bien, solo hacen falta dos. Además yo, con alcohol o sin alcohol, seguía siendo un lobito feroz…Salud.

domingo, 20 de diciembre de 2009

EL YIN Y EL YANG



Hace dos meses que me veo con Sara y la hemos pasado mejor que nunca. No podemos vernos todos los días pero al menos dos veces por semana hay tiempo para que yo la recoja del trabajo o ella venga al mío. Por esas cosas de la vida que ya no me sorprenden, Sara me cuenta que una de sus novias vive en el mismo distrito donde yo vivo, a unas siete calles de mi casa vive su novia Karina, en el segundo piso con ventana a la calle esta su habitación. Sara me cuenta que para no confundirla con su otra novia Claudia, ambas son llamadas por un diminutivo de su nombre, es por eso que a Karina la llama “Kary” y a Claudia la llama “Cali”, así ya no tiene problemas al nombrarlas, porque ninguna de ellas notara la diferencia de una letra. Yo solo escucho y tomo nota de cada detalle.


En una ocasión Sara llegó a mi trabajo para invitarme unos tragos, pedí permiso y me fui con ella a un bar que estaba cerca, charlamos por más de dos horas mientras la música nos envolvía en un clima incierto, nunca se acababan los temas de conversación, incluso cuando hablamos de mujeres, ella sabe más que yo así que le pido que me instruya en esos campos, que me diga los secretos de hacer gozar a una mujer sin usar el órgano que nos diferencia, ella acepta encantada y sin duda fue la mejor clase que he recibido en mi vida (ojala algún día enseñaran eso en las universidades pensé). Luego de varias copas Sara me pide que la acompañe a la casa de Claudia, que ya debe haber llegado del trabajo y le urgía tenerla en sus brazos esa noche. Salimos raudos y tomamos un taxi, llegamos a la casa de “Cali” y ella me pide que espere afuera para que vigile que sus tíos no suban, ya que ellos vivían en la planta de abajo y la única forma de llegar a la habitación de Claudia era por la escalera que daba a la calle. Hice de vigilante aquella noche, pedí unas latas de cerveza mientras me sentaba en una esquina viendo la gente pasar, alucinando tal vez lo que sería aquel encuentro entre dos gatas en celo, fogosas de tenerse una a la otra, debo admitir que estaba sobreexcitado, pero aquella noche estaba para apoyar a mi amiga, así que guarde mis ganas para otra ocasión, se que ella también lo hubiera hecho por mí. Luego de más de una hora, mi amiga Sara sale de puntillas de la casa de Claudia para no despertar a sus tíos, pero las luces del primer piso se encienden, al darnos cuenta de eso salimos corriendo hasta tomar un taxi y salir huyendo de la escena del crimen mientras no parábamos de reír. Así eran mis salidas con Sarita, un éxtasis total.


Pero no todo es color de rosa. Sara tiene un problema casi existencial con ambas novias, porque las dos son muy distintas. Mientras Karina era una chica muy hogareña, con ganas de hacer un hogar y vivir su relación fuera de todo ruido y prejuicio, Claudia siempre fue muy apegada a la locura, de vivir el presente y tomar riesgos que ni mi amiga estaba tan dispuesta a cometer (como aquel “trió” conmigo que luego me confesó). Todos tenemos una cara y un sello, el yin y el yang dentro del alma, es por eso que Sara veía muy difícil desprenderse de una de ellas, porque sentía que su vida tenía un poco de ambas, una parte de ella quería paz y amor en silencio, pero su otra parte conjugaba con la sorpresa y el peligro. En alguna ocasión ha intentado despertar a una o apaciguar un poco a la otra, para así obtener el equilibrio que tanto desea, pero cambiar a una persona toma mucho tiempo y no siempre se puede lograr. Sara sabía perfectamente que en algún momento le iba a tocar decidir por una de ellas, pero por lo pronto sabia que ese día aun no había llegado, estaba jugando con fuego lo sabía, pero el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Mientras tanto su corazón le pedía disfrutar de ambas emociones, ser amada por el yin o el yang hasta donde haya posibilidad, de acuerdo lo que le decía la suerte al lanzar una moneda… cara o sello.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

HARRY POTTER Y SU PIEDRA FILOSOFAL


El Chat es un mar inmenso de posibilidades, nunca sabes con quien te puedes encontrar, allá afuera hay un universo de los seres mas extraños que alguna vez podemos imaginar ver en una fiesta o una discoteca. El Chat es un mundo donde la gente puede ser lo que desea ser, un galán que solo tiene tiempo para el trabajo, una devoradora de hombres a punto de regenerarse o simplemente dos personas que juegan a ser solteras y buscan una aventura de una noche.

Fue así como conocí a mi amiga Sara, una ventana de conversación la trajo a mi vida, una coincidencia cósmica hizo que ella y yo nos encontráramos. Pero como si nuestros caminos tendrían que estar marcadas por la locura, nuestra historia empezó como una fantasía sexual a punto de realizarse, porque Sara estaba chateando junto a su novia Claudia que era una loca del carajo. La cuestión es que “Cali”, como la llamaba Sarita, estaba buscando un chico que participe en una especie de “trió a medias”, es decir, que ambas hagan el amor en un cuarto de hotel mientras el tercero tendría que observar durante toda la sesión sin tocar a ninguna de ellas. Fue entonces que yo aparecí en el chat para recibir tamaña proposición, “Cali” me eligió para ser el espectador de lujo, el “buen tercio”, el testigo mudo y manco de aquel encuentro pasional entre dos chicas que tenían la belleza y la locura al mismo nivel. De más esta decir que acepte de inmediato.

Acordamos el encuentro en un bar del centro de Lima, Claudia dijo llevar una cámara fotográfica para que yo la pueda usar, me advirtieron como treinta veces que no me ilusione en participar porque eso estaba fuera de todo mi alcance, yo no les di quejas, estaba algo aburrido del sexo tradicional y quería probar nuevas sensaciones, nuevas formas de entregarse al placer carnal, quería acrecentar mi currículo en las lides del sexo. Llegó el día de la cita, pero Sara me llama en la tarde al celular diciendo que se acaba de pelear con Claudia, que por la gravedad de la pelea parece que no la vera por varios días, también me dijo que como ya no pasara nada esa noche, si me animaba a encontrarme con ella para tomarnos unos tragos como dos amigos, porque necesitaba hablar con alguien para desfogar sus penas. Acepte la invitación sin reparos, pensé que quizás sea interesante conocer a alguien como Sara, tan distinta a las mujeres que ya había conocido.

Nos encontramos en el mismo bar que se acordó al principio, ese fue nuestro primer encuentro con Sarita, nos presentamos como si no tuviésemos nada que ocultar y aquella noche mostramos nuestros demonios, pusimos nuestros más oscuros secretos sobre la mesa, era la primera vez que una chica me decía que se había ido a la cama con más mujeres que yo, lo más terrible es que era cierto, yo no era un gran semental, en esos tiempos estaba en mi proceso de preparación y el destino me había traído a una gran erudita de esta ciencia.

La noche fue testigo de aquel pacto de amistad entre dos diablillos que el señor había creado sobre la tierra. Nunca insinuamos que debíamos tener sexo aquella noche, además no hacía falta tenerlo, esto era más interesante, había encontrado a alguien que podía enseñarme técnicas más sofisticadas en cuanto a las mujeres, alguien que se sabía el abecedario completo del cuerpo femenino, los puntos fuertes y los puntos débiles, como hacerlas gozar de verdad. En pocas palabras… Harry Potter había encontrado su piedra filosofal.

martes, 8 de diciembre de 2009

QUE PASE EL MALDITO !!


Cuando la conocí ella tenía veinte años, trabajaba de azafata en un casino del centro de Lima, yo estaba con mi amiga Sara y ambos coincidimos en que aquella muchacha tenía el trasero más lindo de lugar (es que Sarita era una lesbiana muy cachonda). Me acerque a conversar con ella, se porto muy amable conmigo, incluso me dejo su número y teléfono, se llamaba Yolanda y vivía a veinte minutos de mi casa, le dije mi nombre de batalla y mi numero de celular para acordar una cita ese fin de semana.

Ese fin de semana no la pude llamar porque tenía otra fiesta con unos amigos, mi libidinoso amigo Oscar iba a hacer una de sus famosas fiestas con las “primas” y amigas, uno no se puede perder ese tipo de reuniones porque son como hacer un tour de una noche por Sodoma y Gomorra, nadie nuna sale insatisfecho de esos encuentros. Llame a Yolanda a la semana siguiente, quedamos en vernos en un café bar muy cerca de su trabajo, me puse mi mejor y único perfume, mi calzoncillo de la suerte y tres profilácticos en la billetera por si la misión salía redonda. Ella no tenía prisa en que la noche termine, me hablo de ella, de sus penas y sus glorias, de sus mentiras más evidentes, abrió un poco su corazón, se dejo ver como la mujer que era, vulnerable, temerosa como si pensara que el mundo acabaría mañana. Es lo mejor de sentarse a oír a una mujer, si le demuestras (o finges demostrar) que le estas prestando atención el trabajo se hace más sencillo, porque las mujeres buscan eso en un hombre, ser el centro de su atención, aun sabiendo que este hombre la quiere solo por una noche.

Los besos llegaron cuando tenían que llegar, Yolanda me dejo más que confesiones, dejo el sudor de su espalda en un cama que no era nuestra, dejo alguna lagrima recordando las cicatrices de su pasado, dejo un poco de ella sobre mí, pero yo solo existo para una noche, aunque todo lo que diga o haga demuestre que no es así. Ella me pidió que la llamara el lunes o que vaya a recogerla del trabajo los días que pueda, “Quisiera quedarme a tu lado hasta que amanezca, siento que ya te quiero Omar” me dijo mirándome muy tiernamente, yo temblé un poco de frio y quise decirle que ese no era mi nombre, pero mi naturaleza es mucho más fuerte, solo deje que se marche de la habitación del hotel mientras intentaba dormir un poco.

Nunca más la llame, incluso mi amiga Sara tampoco fue más a ese casino para que Yolanda no la meta en un interrogatorio, esto enojó un poco a Sarita porque decía que en ese casino tenía mucha suerte y hasta me había invitado un par de cenas con las ganancias de ese lugar. Con mucho esfuerzo la convencí para ir a otro casino, no sin antes prometiéndole que me portaría bien y que la única diversión que ambos tendríamos era mirarle el trasero a las azafatas y de ahí no pasaríamos, lo cual ella no supo respetar a cabalidad porque se acostó con la anfitriona del nuevo casino apenas a los tres días de pedirle su número, en fin.

Los años pasaron muy rápido, sin querer un día haciendo zapping en la tv, veo que en el programa de nuestra querida Laura Bozzo estaba una chica que se me hacia conocida con un bebe de meses de nacido entre los brazos, pidiendo al padre de su hija que se haga cargo de los gastos de leche y pañales, esa chica un poco acabada por los años era Yolanda.
Es sabido que Laura Bozzo paga a sus panelistas para que digan mentiras en televisión, pero inmediatamente saque la calculadora para despejar mis dudas, ese niño no podía ser mío, los cuatro años y los tres condones avalaban mi defensa, estaba salvado. Pero no deje de sentir un poco de pena por aquella muchacha que quizás buscaba un refugio o alguien en quien apoyar su hombro. A veces los hombres somos muy crueles para cumplir nuestros cometidos, no sabemos lo que hay dentro de un cuerpo desnudo, solo vemos la envoltura. A la noche siguiente fui al casino donde trabajaba Yolanda para averiguar que había sido de ella, me dieron una dirección donde encontrarla, pero estando en aquella calle, me di media vuelta y me fui. Nunca mas volví a buscarla, pensé que yo sería la última persona a la que ella quisiera ver. Además, yo no estaba para salvar a nadie, es más... creo que yo mismo no merezco ser salvado.

jueves, 3 de diciembre de 2009

AMOR, CELOS, AMOR


Lucia me presentó a su novio, un tipo llamado Alejandro, no muy agraciado físicamente pero si muy atento a cualquier requerimiento que se le ocurra a mi amiga, lo cual ya es un prueba real de que Alejandro se derrite por Lucia. Yo siempre tuve problemas con las parejas de Lucia, todos ellos han pensado en algún momento de que yo me quiero coger a su novia, lo cual no está muy lejos de la realidad teniendo en cuenta que soy un hombre en pleno apogeo sexual, siendo mi confesión más sincera mi famosa frase: “Si pudiera me las cogería a todas”.


Pero en términos más exactos, yo jamás me voy a coger a Lucia, porque la complicidad a la que hemos llegado esta protegida de todo instinto animal que yo pueda sentir por el sexo opuesto, ella es mi amiga del alma. Pero mi historia está centrada en Lucia, porque ella al día siguiente me cuenta sus sospechas de que su novio la está engañando. Yo no lo puedo creer, el chico tan atento y cariñoso que había visto la noche anterior distaba mucho del canalla que describía mi amiga, el que coqueteaba a todos sus contactos en el MSN y les pedía un encuentro para “charlar tranquilamente”. Le explico que no se deje llevar por cosas escritas, que perro que ladra no muerde, que tal vez Alejandro solo necesita sentirse un poco galán para mejorar su baja autoestima por ser un macho sometido a los caprichos de su novia.


Pero Lucia no se convence de mi teoría apresurada, ella quiere ir mas allá. Lucia ha decidido crearse un correo secreto con un aire provocador, algo como amorosainolvidable@hot... Haciéndose llamar Sandra, una chica de veinte años con experiencia en hombres mayores, amante de las fiestas y los viajes fuera de la ciudad. El plan era agregar a Alejandro a su MSN y mediante una conversación picante acordar un encuentro en una discoteca, con unas botellas de alcohol hasta terminar rendidos quizás en un cuarto de hotel, los términos no eran explícitos, pero cualquier hombre heterosexual podía leer lo que había entre líneas. Las cosas salieron como se sospechó. Sandra y Alejandro se encontraron en el messenger y luego de media hora de charla, acordaron encontrarse un sábado en la Discoteca “Kapital” para una noche inolvidable. El daño ya estaba hecho. Siendo Sandra y Lucia la misma persona, Alejandro estaba dispuesto a ponerle los cuernos a mi amiga…. con ella misma (plop).


La novela no termina ahí, porque llega el día del encuentro clandestino, era obvio que Sandra nunca iba a ir a la cita, pero Alejandro ya había pedido permiso a su novia para esa noche, inventando el cumpleaños de un amigo. A la mañana siguiente Lucia termina con Alejandro, alegando que ha llamado al amigo de la fiesta y este no supo comprobar la presencia del sospechoso. Me tocó asistir al derrumbe de un ídolo de barro, yo admiraba un poco a ese tipo, porque a pesar de fijarse en otras mujeres podía atender a su novia como una reina, algo que yo no sé cómo hacer, aunque quiera mucho a mi novia, nunca aprendí a comportarme como un caballero, soy muy distraído, a veces hasta descortés, en los peores casos ni siquiera he notado que mi chica se cambió el tinte de cabello o cuando me preguntan de qué color son sus ojos yo siempre digo que son negros (para mi todos los ojos son negros),lo reconozco, como pareja soy un desastre. Pero también me pude dar cuenta que un hombre puede llegar al colmo de la estupidez solo por tener la sangre caliente, Alejandro había perdido a su novia por una mujer QUE JAMAS CONOCIÓ!!


Pasaron algunas semanas, Lucia se cansaba de echar a su ex novio, que iba a verlo cuatro veces por semana a su trabajo, exigiendo un perdón que no merecía, defendiendo lo indefendible, apoyándose en el famoso cliché “Ya no lo vuelvo a hacer”. Pero es cierto eso que dicen que a veces se llega a ganar de cansancio. A la cuarta semana vi a mi amiga más sensible, mas pensativa (lo cual ya es peligroso), preguntándose a sí misma: “y si en verdad me quiere?” “y si la culpa fue mía por tenderle una trampa?”, “y si es cierto de que cambiará por mí?”. Yo no soy bueno dando consejos de amor, es un campo en lo que no llego ni al nivel de aficionado, por eso deje que Lucia saque sus propias conclusiones, lo cual me dejo helado. Ella dijo que no importa lo que haya hecho, que ella era la novia oficial, que no dejara que una lagartona le quite al chico de su vida, decidió volver con Alejandro y darle una nueva oportunidad, además dijo: “Esa puta de Sandra no se saldrá con la suya, Alejandro es solo mío”. Yo solo fui un espectador al show más aterrador que los celos pueden provocar, mi amiga Lucia había luchado contra Sandra, que es ella misma, por el amor de un hombre que nunca se enteró que ambas eran la misma persona… cosa de locos.

martes, 1 de diciembre de 2009

EL TIRO DE GRACIA

Después de muchas lunas pude encontrarme con mi entrañable amigo Javier, fue en casa de Fabián, un amigo del barrio. Le dije que lo notaba mas cambiado, más maduro y que tenía un cierto aire de señor serio, Javicho sonrió y me agradeció el gesto, lo cual más que un cumplido era una mentira piadosa, porque era una treta mía para que Javier baje la guardia y se deje mostrar tal y como es, el tipo tonto y bonachón que en cualquier momento hará algo chistoso. Es que desde que me acerque a nuestro “héroe”, él se había puesto a la defensiva, cuidando celosamente cada paso que daba, era evidente que mi blog había afectado tremendamente su vida cotidiana y sobre todo sus nervios.

Fabián tuvo una genial idea, saco unas cervezas para romper el hielo, creí que eso era lo que hacía falta. Después del segundo vaso de alcohol, Javier me preguntó por millonésima vez: “Porque lo hiciste?” refiriéndose a Kelly su ex novia de hace seis años. Yo ya he olvidado ese incidente, ni siquiera me acuerdo exactamente cómo ocurrieron las cosas, solo recuerdo que ella dejo de verlo y poco después se fue a Italia donde ahora está casada. Era obvio que mi amigo aun tenia la herida abierta y parece que yo era el culpable principal de su desgracia, quise disculparme de corazón, aunque no tuviera la certeza del porque hacerlo, quise que nuestra amistad siga siendo la de antes, pero al verle la cara de tonto (porque en verdad tiene una cara de tonto), no pude sino seguir burlándome de él. Le dije que había hablado con Kelly hace unas semanas, que ella me había preguntado por él, de cómo le ha ido en la vida, a lo cual yo le respondí que Javier andaba de mal en peor, que en muchos años mi amigo no ha llegado a tener novia y que ahora sale muy seguido con Wilmer, un gay muy conocido de la cuadra, lo cual ha comenzado a crecer los rumores en el barrio de que ambos tienen algo más que una amistad.

Mi amigo Javicho no lo podía creer, la chica que tantas veces fue parte de sus sueños, la que compartía sus tardes en la puerta de su casa, la que lo llenaba de orgullo al presentarla a sus amigos, ahora también cree que es gay… y todo eso gracias a mí. Sus ojos me decían que me quería golpear, sus labios decían que iba a matarme, sus manos se comprimían lentamente para hacer el intento de darme un golpe, pero todo su cuerpo me dijo que estaba totalmente borracho, así que se desplomo en el sofá de la sala, sin más palabras que decir. Fabián y yo no pudimos entender lo que vimos, sobre todo él que se sentó a su lado para ver si tenía reacción, pero fue inútil, solo nos echamos a reír mientras Fabián gritaba aun incrédulo… “Pero si solo tomamos dos botellas!!”.