miércoles, 13 de julio de 2011

EXPEDIENTES SECRETOS I



Quedamos en encontrarnos frente a mi trabajo, era un domingo en la tarde y yo tenia muchas ganas de conocerla. tenia apenas veinte años y era una de las pocas citas del chat que iba a tener en mi vida. Siempre fui incrédulo, pero quería saber que lo hacia tan interesante entre mis amigos y amigas. Y cuando encontré a Guisella en una sala, era la mujer mas sola del mundo. Siempre preguntaba por mis cosas, por mis aventuras nocturnas, por los viajes que había hecho. Casi nunca hablaba de ella, era un total secreto, solo me dio su apellido que sonaba muy extraño.

Eran las cuatro de la tarde y ella llegaba por la gran avenida, estaba muy bella, tenia un pantalón azul, una camisa crema y un bolso elegante. La invite a beber un jugo y caminamos por la playa, nuestra charla era muy interesante, sobre todo por parte de ella. Me hablaba de lugares, de personajes que conocía, parecía una mujer con muchos contactos, de clase alta. Lucia mucho mayor que yo, por eso que cuando pasaba algún auto, el chófer me gritaba "gigolo!!". Nos sentamos en el parque Maria Reiche de Miraflores que esta frente al mar. Nos dijimos muchas cosas, me dijo que yo era especial, que esperaba que la tarde nunca terminara. Nos besamos mientras el sol se ponía naranja. Pero la tarde terminó y al caer la noche tomo un taxi y se marcho.

A la mañana siguiente la llame, y su numero ya no existía, Solo un mensaje en el correo que me decía: "Me salio algo improvisto, debo viajar a Canadá y me quedare ahí mucho tiempo. Eres lo mas lindo que me ha pasado en la vida. Siempre te recordare."

No entendía nada, no le creí una sola palabra. Empece a buscarla en los lugares que me decía frecuentar, en las calles en que habia estado, nadie me dio razón de ella, era como un fantasma. Habíamos hablado durante dos años y el día que decide aparecer en mi vida, también fue el ultimo.

Siempre quise entenderla, pero por mas historias que le inventaba, ninguna me parecía tan apropiada. Hasta que un día vi su foto en un periódico local. En una ceremonia de inauguración de un proyecto del gobierno, llena de congresistas y ministros, estaba ella, junto a un personaje con el mismo apellido extraño que todavía recuerdo.

He ido a ese parque tantas veces, algunas solo y otras acompañado, pensando que quizás ella pueda aparecer y decirme algo que pueda calmar su ausencia. Con los años uno aprende y sabe que hay mujeres que no se pueden tener. Supongo que ella también se acuerda de mi, cuando los silencios llegan, cuando la soledad la cobije y la atrape como cuando la conocí. Donde quiera que estés... procura ser feliz.

2 comentarios:

Aurora dijo...

Me gusta mucho cómo escribes, y me gusta también de lo que escribes. Estoy segura de que ella también se acuerda de tí.
Saludos.

Unknown dijo...

Hay días que quisiera pensar que es así. Somos lo que vivimos, lo que decimos y lo que amamos. Un gusto tenerte aquí, siéntete cómoda, estamos en familia. Un abrazo y sígueme leyendo.