sábado, 28 de febrero de 2009

CALENTAMIENTO GLOBAL


Era sábado y había salido con una amiga a tomarnos unos tragos, sin compromiso alguno, solo con el deseo de pasarla bien, fuimos a la tienda de "Ginos" y compramos un vino, luego pedimos unos cigarros y nos fuimos a sentar en la banca de un parque que quedaba por ahí cerca. Se que no es un método fino para salir con alguien, pero en ese momento solo queríamos conversar y sentir el frio aire de la noche, los bares o locales nocturnos nos asfixian, sentimos nauseas de ver lugares repletos y no poder oír nuestra voz ante el ruido de la música a todo volumen. Así que preferimos sentarnos en aquel parque escondido y oscuro para relajarnos un poco del trajín del trabajo y las clases semanales.

Ya subido de copas, andábamos por la segunda botella, los besos y caricias no se hicieron esperar. Empezamos a tocarnos tanto que parecía que salía fuego de nuestras manos, ella se dejo llevar por el momento y le pedí irnos a un lugar mas cómodo y privado a los cual ella accedió de inmediato. La primera tarea ya estaba hecha.

Lo curioso vino después, porque caminando por tantas calles, no encontrábamos ningún hotel con habitaciones disponibles. Pareciera que todos se pusieron de acuerdo para coger como locos esa noche. No perdí la calma, sabia que no eran los únicos hoteles de la localidad, así que caminamos hacia un lugar donde habían varias calles repletas de hoteles a sus alrededores. Grande fue la sorpresa que cada hotel de cada calle, de todos los alrededores estaban llenos. Ya la cosa no me parecía para nada graciosa, parecía que me estaban grabando para alguna cámara escondida, pensé que en algún canal iban a transmitir mi cara de idiota desesperado. No podía ser posible que todos los hoteles estén llenos.

Entonces me jugué mi ultima carta, le dije para irnos a "Tomas Valle", pensé que ahí no había pierde, si no encontraba un hotel vacio en ese lugar, no lo iba a encontrar en ningún lado de Lima. Tomas Valle es una avenida inmensa que esta repleto de hoteles de todos los precios y con todas las comodidades, hay con camas de agua, camas redondas, habitaciones con jacuzzi, con espejos, con columpios (no pregunten para que). Tomamos un taxi y enrumbamos hasta Tomas Valle, eran las 5 de la mañana del domingo, tenia el cuerpo caliente, la sangre caliente, las manos calientes y el "soldado" listo para ir a la guerra. Lo que comprobé ese día en aquel lugar, es que a veces dios no me quiere, si lo hiciera no me dejaría pasar por esas odiseas. Seria difícil de creer, pero no existía una sola habitación disponible en toda esa inmensa avenida de hoteles. No quedaba duda alguna, dios no me quiere (si me quisiera me hubiera dejado coger aquella noche). Era tan extraño el momento, que podía ver que no éramos los únicos que se estaban quedando con las ganas, en algunos hoteles, la sala de espera estaba repleta de parejas que esperaban el momento que se desocupe alguna de los cuartos, incluso afuera de los hoteles habían parejas que deambulaban de hotel en hotel igual que yo, buscando la habitación vacía que tanta falta les hacia. Algunos pedían que les lancen un silbido apenas encuentre un hotel con habitaciones libres y ellos irían corriendo al llamado, cosa que nunca sucedió. Eran las seis y media de la mañana y ya estaba casi resignado, pero no podía darme por vencido sin jugarme mi ultima carta: "Que te parece si nos escondemos en los arbustos de aquel parque y lo hacemos en silencio?". Ella me miro con cara de pocos amigos y me dijo: "Estas loco, con quien crees que estas hablando para pedirme eso?", pensé responderle lo que pensaba, pero mejor guarde silencio para no estropear el momento. "Tienes razón, soy un tonto" le dije, sin dejar de lamentarme por no poder hacerlo ni siquiera en ese parque sucio y oscuro.

No quedaba mas cartas que sacar, ni lugares a donde ir, así que ella dijo: "Creo que las cosas pasan por algo, así que si no haremos nada, me voy a dormir a mi casa", a lo que yo asentí con la cabeza, y la acompañe a que tome su taxi. Cuando subió a aquel auto negro que la conduciría a su casa, no dejaba de mirarle ese bello trasero que por pocos instantes pudo haber sido mío, como diciendo: “esta vez te salvaste, pero no volverá a pasar”, sino fuera que el mundo estaba excitado aquella noche, todos estaban calientes en mi ciudad y querían coger al mismo tiempo… Debe ser el calentamiento global, no le encuentro otra explicación.

1 comentario:

Cesar Jack dijo...

TE DEJARON CON EL CALENTAMIENTO, POR ESO DEBES ALQUILARTE UN CUARTO CARAJOOO!!!