lunes, 23 de febrero de 2009

SEMENTAL NOCTURNO


Estaba paseando con Jessica como dos tortolitos esperando que las cosas sucedieran, la tomaba de la cintura y la besaba en cada esquina que podía, haciendo de los preliminares algo mas intenso para que al fin pueda caer en mis brazos y llevarla a un hotel cómodo y hacerle el amor como tanto he querido desde que la conocí. Pero Jessica no era para nada una presa fácil, tenia un extraño cargo de culpa que no le permitía pasarse de la raya, su enamorado andaba de viaje y ella quería sentir la compañía de alguien que pudiera darle ese calor de pareja que tanto le hacia falta, y yo era buen candidato.

Hubo besos y caricias subidas de tono, pero notaba que seria aun mas difícil poder convencerla de irnos al hotel, así que estaba a punto de sacar la bandera blanca y dar por terminada la batalla, pero en ese instante, el celular sonó, era Doris que no me veía hace como tres semanas y tenia muchas ganas de tenerme a su lado, la note con alguna copas de mas cuando me hablaba, me contó que estaba con su amiga en su cuarto, bebiendo por su cumpleaños. No era tan difícil sacar mis cuentas, solo había que saber contar, yo estaba con una chica linda paseando y conversando, y en aquella habitación me esperaban dos chicas pasadas de tragos y algo más traviesas. Asi que le di un pretexto a Jessica para dejarla en su casa y tome el bus que me llevaría a la dirección de Doris.

Ya entrando al cuarto, pude confirmar mis sospechas, las dos chicas estaban solas y casi ebrias, así que empezamos a conversar, contar historias calientes y decirnos bromas que tengan que ver con nuestra sexualidad. Saque a relucir las viejas tretas de los amantes perversos, yo ya me había acostado con Doris, así que dedique toda mi atención a su amiga Karina, pero asegurándome que Doris beba mas de la cuenta hasta que se quede dormida, lo que inevitablemente sucedió, Karina me dijo que iba al baño, y yo la acompañe hasta la puerta, donde luego la empuje hasta hacerla entrar, para besarla en el cuello, cosa que ella accedió sin dar reclamo alguno, ambos nos empezamos a besar apasionadamente y nos quitamos algo de ropa, para hacer el amor en ese lugar tan pequeño e incomodo, pero no por eso menos excitante. Fue una travesura de momento, un desliz emocional que quedo como un secreto entre ambos. Cuando regresamos a la mesa, Doris seguía dormida, nos tomamos unos tragos mas hasta que despertara, riéndonos todo el tiempo de cualquier cosa, después de una hora Doris despertó y quería seguir bebiendo, me empezó a abrazar mas que de costumbre, se ponía muy cariñosa, así que Karina nos dejo a solas a pedido de su amiga, para terminar de cerrar la noche haciéndolo con Doris sobre su cama, cosa que disfrute como un sediento de placer.

Ya después revolcarme con Doris, el celular suena, era Jessica diciéndome en un mensaje de texto: “Estoy sola y pensando en ti”. Eran las 5 de la mañana, pero me di tiempo de responderle: “yo también estaba pensando en ti”.