miércoles, 18 de noviembre de 2009

EL HOMBRE QUE QUERIA CAMBIAR EL MUNDO



El hombre que quería cambiar el mundo tenía casi sesenta años, usaba unos anteojos antiguos, pantalón y saco azul, cabello hacia atrás y un andar lento como si el tiempo fuese lo que más le sobra. El hombre que quería cambiar el mundo no quería cambiarse ni de ropa, durante los ocho meses que lo conocí siempre uso el mismo saco azul, esto lo corroboro mi amigo Wilfredo que es policía de una manera muy practica, pegándole un pequeño trozo de cinta adhesiva en la espalda, trozo que veíamos cada semana en su saco durante todos esos meses que nos visitaba, tampoco se peinaba nunca, porque aprovechaba que se estaba quedando calvo para no comprar un peine. Quizás hizo de la monotonía una moda, tal vez tenía una extraña obsesión por el color azul, pero era muy fácil distinguir a ese hombre.


El hombre que quería cambiar el mundo quiso formar una sociedad con otras personas igual que él, pero es muy difícil encontrar personas como él. Aun así, pudo convocar más de cincuenta miembros entre hombres, mujeres y gays. Él decía haber sido un gran sindicalista en los años setenta, que participo en muchas protestas históricas del país, pero que nunca fue reconocido por su inquebrantable lucha, vaya dios a saber porque. Un día de Marzo, el hombre que quería cambiar el mundo llego a mi trabajo y me pidió que le diseñara una página web donde pueda captar más seguidores, me hablo de sus metas y perspectivas, de resaltar los valores del ser humano y fomentar las buenas costumbres. Pero cuando iba construyendo la pagina le pregunte a que publico desea enfocar sus doctrinas idealistas, el hombre muy suelto de huesos y de lo forma más natural me contestó: “Solo para terrícolas, trata de resaltar eso”. Fue entonces que me di cuenta que el hombre que quería cambiar el mundo estaba completamente loco. No sé si debía juzgarlo, quizás el tipo solo quería cambiar este mundo y ningún otro más, tal vez haya sentido que hay afinidad con los “terrícolas” y eso haya ayudado a que nos elija a nosotros en medio de tantas galaxias, de todos modos puse eso en su página.

El hombre que quería cambiar el mundo ya tiene su página web y ha reunido casi cien miembros según su propia encuesta. Un día me llego una invitación de la pagina que le había creado, diciéndome que espera mi participación en la reunión que tendrán dentro de dos días, debajo de la invitación me doy con la sorpresa de que la dirección de su “local central” es de mi trabajo. El tipo había invitado a todos en la sala de espera de mi trabajo para dar su tan ansiada reunión. No me enoje con él, me daba mucha curiosidad por saber cómo iban a ser sus reuniones. Llega el día esperado, la asamblea estaba pactada para las ocho de la noche, pero son casi las diez y solo han llegado dos personas, un gay reprimido que juega a ser un galán de barrio y mi amigo Wilfredo que es policía y deseaba saber si aquella reunión podría convertirse en un motín (plop).


El hombre que quería cambiar el mundo se siente consternado por el rotundo fracaso de sus sueños. Se pregunta que como es posible que los miembros de su cofradía les hayan fallado, si el mismo personalmente les había informado de tal evento, que incluso a cuatro de ellos les había dado dinero para que saquen algunas copias y compren materiales de oficina. Era obvio que el hombre que quería cambiar el mundo no sabía en qué mundo estaba viviendo, lo habían timado completamente. Entonces cogió sus cosas, apilo sus libros de redacción y gramática, me mostro una cara de desilusión y se marcho del lugar, seria la ultima vez que lo veré. Mientras se iba caminado tan pausado como si le sobrara el tiempo, podía distinguir el trozo de cinta adhesiva que se balanceaba por su saco azul…hay cosas que nunca cambian.

4 comentarios:

Cesar Jack dijo...

jajajaja, me he cagado de risa, muy bueno tu post, y en verdad el tio taba loco, jajajaja felicidades por tu blog.

Noelia dijo...

Pobre hombre!!! el tema es como lo quería cambiar en una de esas le falló la táctica de marketing, no me parece loco más bien un idealista, de todas ir siempre de azul es aburrido. Muy buena la historia!!

Besos

Noe

daalpevi dijo...

1ero Felicitarte por la historia un final acorde con lo que somos.

Muchas veces nos escandalizamos con lo que leemos, escuchamos, veemos. Y te tomas es tiempo de preguntarte el por que estamos asi y cual es cambio que necesitamos.

Al leerlo ya has hecho un cambio formas parte de otra clase, quitaste de tu programacion lo habitual y aburrido, para entrar a los emocionante y divertido que querer hacer las cosas bien.

Edgar dijo...

Buen blog amigo, me gusta, en especial esta historia. Un saludo de Lima tambien. Nos vemos!