jueves, 28 de mayo de 2009

CELOS ABSURDOS

Estaba yo recostado sobre la cama, mirando el reloj que me decía que ya tenía media hora en la misma posición, mirando el televisor que lanzaba comerciales tontos sobre toallas higiénicas y bebidas alcohólicas, aburriéndome de mi mismo, de lo que tengo que hacer para pasar unas horas de placer.

Había entrado en aquel hotel dejando un nombre falso (vaya novedad), pagando por una habitación con baño propio, televisor con cable y vista a la calle. Siempre me gustaron las ventanas a la calle, me recuerda mi niñez cuando antes de dormir me ponía a contar estrellas, cuando no había nada mas interesante que hacer, buscaba figuras zodiacales en el cielo, para comprobar si era cierto lo que decían los entupidos horóscopos de los diarios. Pero esa noche me sentía solo, enloqueciendo con los comerciales cada vez mas mediocres.

Entonces llego ella, después de cuarenta minutos de espera, toca la puerta del cuarto y voy enseguida, con una cara de pocos amigos, listo para reclamarle la penosa espera en la que me vi hundido. Ella estaba preciosa, con una falda corta, una blusa negra y un bolso del mismo color, oliendo a perfume de fantasías, unos pendientes que hacían juego con su sonrisa y un escote divino y prominente. Pero yo no podía dejar pasar aquel desaire de tenerme esperando por mas de media hora, así que lance toda mi artillería contra ella, le di a entender que no soy ningún juguete para tenerme esperando tanto rato, que no le permitiría otro contratiempo de esa naturaleza. Sin quitarle la mirada le expuse mis molestias, como buen macho que soy, no debía dejar que esa mujer se me descarrile. Su respuesta fue aun mas sorprendente, mas cruda y realista, quito mi mano de su brazo, me miro aun mas rabiosa y me dijo: “Mejor me voy, no me gusta que me reclamen, ni que me celen tanto… con lo que me dice marido tengo suficiente”.

Diciendo eso salio de la habitación y tiro la puerta de un trancazo, dejándome solo en aquel cuarto que estaba preparado para presenciar un encuentro furtivo de dos cuerpos, que hasta ese momento, se tenían muchas ganas de tocarse. Miro a mi alrededor, agarro el control remoto y luego de un zapping exhaustivo logro decir: “Eh, esta por empezar Los Simpson, al fin un programa decente y entretenido para pasar la noche”.

1 comentario:

Cesar Jack dijo...

No jodas pues,como vas a reclamar a una mujer casada?, si justamente ella busca otra persona pero para que le de un cariño y NO una gritada, ¡LOOOOSSSSSEEEEERRRRRR!