domingo, 6 de marzo de 2011

LOS AMIGOS QUE PERDI


Estábamos tan ebrios en su despedida de soltero. Dentro de una semana iba a casarse. Cesar, uno de mis mejores amigos, se sentó en la esquina de nuestra calle, lleno de alcohol pero con un tono sentimental, muy sincero y asustado me dijo: "No se lo que estoy haciendo, no me quiero casar". Lo pude entender muy en el fondo, nunca estamos listos para tomar grandes decisiones, generalmente son ellas las que no toman a nosotros por sorpresa. A la semana siguiente mi amigo se casó, tiempo después se fue a Italia para no verlo mas. No pude despedirme, porque pienso que los amigos nunca se van, algo de ellos permanece en las cosas que hacemos, en las pequeñas rutinas que complementan nuestras vidas. Sospecho que no volveré a encontrarmelo, hace poco vi una foto suya en el facebook con su primera hija. Me alegra mucho saber que uno de los dos al fin pudo hacer algo bueno con su vida.

Conocí a Edgardo en mi salón de clases, lo hacíamos todo juntos, embriagarnos en la calle, atacar los bares, buscar putas en la gran avenida. Hasta que un día él se enamoró de alguien y yo seguí mi vida desenfrenada, lo deje en el camino pero de vez en cuando venia a visitarme. Una noche me dijo que había peleado con su novia, que ya estaba harto y que haria lo que sea por quitársela de encima. Días después ella me busco para pedirme consejos, estaba retraída, sensible, y yo me aproveche de eso y me acosté con ella. Pensé hacerle un favor a mi amigo, pero luego ellos se reconciliaron y desearon formar una familia. No tenia la hombría de mirarlo a los ojos, hice lo que me quedaba. Me aleje de su mundo, busque nuevos amigos, deseando que él pueda encontrar su felicidad, esa que para muchos nos es esquiva.

Hubo un tiempo en que yo era alguien, tenia muchas historias y hasta me pusieron un sobrenombre para hacerme conocido, Me invitaban a los cumpleaños, me ponian las copas, las mujeres y los vicios, yo no era uno mas del monton. Pero habia que pagar un precio muy alto, ser inteligente, gracioso y divertido todo el tiempo. Un dia me canse de ser el payaso, el bufon del grupo, y mis amigos fueron desapareciendo poco a poco. Solo me llegan saludos por navidad o por mi cumpleaños, ya no se toman la molestia de visitarme o invitarme los tragos. Me he quedado sin amigos y sin vicios.

Mientras escribo estas lineas puedo ver frente a mi un cumulo de soledad, un espacio vacio que no espera ser llenado con premura. Rebusco en mi memoria el momento exacto en que cambió mi vida, pero no hay momentos exactos. Andamos en constante metamorfosis, sometidos a la crueldad y al ritmo de lo que nos toca enfrentar, nos protegemos guardando silencios o dando la espalda a lo que no podemos vencer. Y el dia menos pensado nos damos cuenta que ya todos se han ido. Hoy mi espejo me dice que ya esta amaneciendo, pero ya no soy el mismo de ayer.

1 comentario:

Diamante de sangre dijo...

Al final te inspirate, me ha llenado este escrito, son cosas que a todos nos pasan, lo describes tan bello que hace que la piel se erize.
Un besitoch