En al año 2069 después de Jesucristo, luego de haber sufrido tantos abusos, discriminaciones, acosos sexuales (como si no les gustara la cochinadita), luego de ser menospreciadas durante siglos, las mujeres han decidido tomar el mando de la humanidad, para esto solo encontraron un camino: destruir al hombre. Los primeros caídos en esta batalla desigual, fueron los casados (yo nunca creí en esas cosas del matrimonio, ya ven que tenia razón), las esposas iban envenenando a sus maridos, ya sea con el café, con esas comidas riquísimas que suelen hacernos cuando estamos enojados o con la lencería que se compran para ser arrancados con nuestros dientes (el que no ha hecho eso, nunca fue un macho de verdad), todas esas cosas fueron mezclados con un veneno letal, que fue preparado por uno de nosotros, pero que fue engañado, alegando que seria usado para otra cosa (maldita sea el momento en que la mentira fue dicho por los labios de una mujer, porque siempre llegamos a creerlas). Las siguientes victimas fueron los chicos enamorados, caían como mansas palomas, ya que en esa etapa es cuando mas desprotegidos estamos, finalmente los gays también fueron exterminados, pues las mujeres nunca llegaron a confiarse del todo de esa especie tan rara (acaso existe algo mas raro que estar frente a una mujer y no querer follarla como un salvaje?).
Corría el año 2069 y ya no quedaban hombres, cosa extraña, el último hombre en ser asesinado fue el mítico actor porno Rocco Sifredi, no porque sea inmune al veneno (solo le faltaba eso a nuestro maestro), sino que aun había muchas mujeres que lo querían, lo protegían y no querían imaginarse un mundo sin él (les dije que les gustaba la cochinadita). El punto es que al fin se quedaron sin hombres y fue esto lo que sucedió.
Ellas si se llenaban de perfumes, cremas y una infinidad de pinturas de maquillaje, porque las mujeres siempre han querido verse bien para otras mujeres y que estas se llenen de envidia al verlas pasar.
Los salones de bellezas, las boutiques, las tiendas comerciales, se volverían grandes fábricas de dinero, la mujer mas rica del mundo seria la dueña de una clínica donde hacen liposucciones a diestra y siniestra.
Tuvieron una vida cómoda con las cosas que los hombres inventamos, las secadoras de cabello, las maquinas depiladoras, la televisión, la plancha, la lavadora, los consoladores. Nunca pudieron inventar nada más, alguna vez una de ellas quiso crear el calmante para la gripe, pero le dijeron que el té con limon ya existia.
Luego de unos meses, todo el planeta quedo a oscuras, pues cuando las bombillas de luz se les malograban, no había forma que aprendieran a cambiarlas. Sus noches nunca más serian las mismas.
Las editoriales de libros también quebraron, las industrias pornográficas también corrieron la misma suerte, ahora ellos tenían que convertirse en fabrica de cremas reductoras para poder recuperar sus fortunas.
Finalmente, como las mujeres nunca están contentas con nada, una de ellas creyó que hacia falta ser inteligente para estar sobre las demás. Fue así que aquel virus maldito de la inteligencia, les fue atacando una por una, muriendo cruel y despiadadamente, quedándose reducidas al polvo, pero dejando un planeta limpio, ordenado, con la capa de ozono intacta y con los recuerdos de que alguna vez, durante un tiempo corto (también fueron cinco años), las mujeres tomaron el timón de la humanidad.
Corría el año 2069 y ya no quedaban hombres, cosa extraña, el último hombre en ser asesinado fue el mítico actor porno Rocco Sifredi, no porque sea inmune al veneno (solo le faltaba eso a nuestro maestro), sino que aun había muchas mujeres que lo querían, lo protegían y no querían imaginarse un mundo sin él (les dije que les gustaba la cochinadita). El punto es que al fin se quedaron sin hombres y fue esto lo que sucedió.
Ellas si se llenaban de perfumes, cremas y una infinidad de pinturas de maquillaje, porque las mujeres siempre han querido verse bien para otras mujeres y que estas se llenen de envidia al verlas pasar.
Los salones de bellezas, las boutiques, las tiendas comerciales, se volverían grandes fábricas de dinero, la mujer mas rica del mundo seria la dueña de una clínica donde hacen liposucciones a diestra y siniestra.
Tuvieron una vida cómoda con las cosas que los hombres inventamos, las secadoras de cabello, las maquinas depiladoras, la televisión, la plancha, la lavadora, los consoladores. Nunca pudieron inventar nada más, alguna vez una de ellas quiso crear el calmante para la gripe, pero le dijeron que el té con limon ya existia.
Luego de unos meses, todo el planeta quedo a oscuras, pues cuando las bombillas de luz se les malograban, no había forma que aprendieran a cambiarlas. Sus noches nunca más serian las mismas.
Las editoriales de libros también quebraron, las industrias pornográficas también corrieron la misma suerte, ahora ellos tenían que convertirse en fabrica de cremas reductoras para poder recuperar sus fortunas.
Finalmente, como las mujeres nunca están contentas con nada, una de ellas creyó que hacia falta ser inteligente para estar sobre las demás. Fue así que aquel virus maldito de la inteligencia, les fue atacando una por una, muriendo cruel y despiadadamente, quedándose reducidas al polvo, pero dejando un planeta limpio, ordenado, con la capa de ozono intacta y con los recuerdos de que alguna vez, durante un tiempo corto (también fueron cinco años), las mujeres tomaron el timón de la humanidad.
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