PENSANDO A FUTURO

Creo que seremos buenos amigos, he oído hablar de ti muchas veces, me han contado casi todas tus historias, por si no lo sabes te diré que eres muy popular entre los chicos y los grandes, has sido muy generoso con ellos y por eso te tienen en un pedestal, sobre todo con los grandes que aun les dura la sonrisa en los labios después de haberte conocido. Yo tuve la oportunidad de toparme contigo un par de veces y tengo que reconocer que “me caíste muy bien”, luego perdimos contacto porque creí que aun no era el momento de establecer un vínculo mas intimo, pero estoy seguro que ese día llegará. Así que mi querido viagra, dentro de unos años haremos un dúo de polentas que los mismísimos dioses se volverán locos de tanto alboroto.

He llevado una vida bastante desordenada, coleccionar amantes nunca ha sido mi vocación pero pienso que las he disfrutado más que cualquier mortal. El sexo es un universo paralelo a la vida, uno puede ser infeliz en el trabajo o ser un vecino insociable, pero si en la cama eres feliz, entonces el equilibrio emocional está hecho, puedes continuar con tu vida. Las cosas que suceden en la alcoba de uno, le puede cambiar la vida a cualquiera, todavía se cuestiona que hubiese pasado si Hitler o Bush hubieran tenido una amante salvaje en la cama, quizás todas sus malicias hubiesen agonizado entre las sabanas, quizás fue por eso que Clinton fue mejor presidente (gracias Lewinsky por demorar una guerra). Mi vecina la solterona me pinchaba las pelotas cuando caían en su techo, mi jefa que era viuda nunca me dio un aumento y siempre buscaba razones para descontarle el sueldo a alguien, mi tía la que fue abandonada por su esposo se la pasaba calumniando a todo el mundo y mi compañero de trabajo Marcos (el gay reprimido) es hasta hoy la persona más irritable que he conocido, toda esa gente tienen algo en común: les hacía falta una buena cogida.

Tal vez no llegue a viejo, pero si por alguna razón se rompe el maleficio y logro pasar los cuarenta, empezare a cuidarme, porque no quiero llegar a ser un tío cascarrabias que se pone a joder a todo aquel que se cruce en su camino. No, yo quiero ser el abuelo bonachón del barrio, el que se siente a ver a los chicos jugar a la pelota, el que les compre los refrescos después del juego y les cuente de las tonterías que he llegado a hacer para poderme ir a la cama con una nena, supongo que para ese momento ya habré aprendido a silbar, así que me sentare en los parques a mirarle el trasero a las muchachas y silbare tan afinado como un gorrioncillo travieso. Luego de todo ese trajín, regresare a mi casa a descansar o leer un buen libro.

Y no seré un viejo cascarrabias, porque cada semana me visitaran dos muchachas preciosas (quizás tres o cuatro, eso todavía no lo he definido) para alegrarme la vida con sus caricias, eso sucederá estoy seguro, aunque tenga que pagarles para que lo hagan. Y esto de pagar por sexo no lo hare por tener baja autoestima, ni todos esos problemas que sacan a relucir las mujeres feministas para denigrar el oficio más antiguo del mundo (pobres putas, que culpa tienen ellas), claro que no, más que pagar por sexo, yo estaré pagando por recuperar la alegría, por mantener el alma en vigencia, así que cualquier precio que ellas pidan, siempre será honorable. Es así como será mi vejez, no hay nada que temer, todo está fríamente calculado, a menos que… a menos que piense en casarme y tener hijos como una persona normal… como lo pensé anoche cuando observaba la foto de mi tangamandapiana.