viernes, 16 de octubre de 2009

UN LOBITO EN LAS DUNAS DE ICA


Llegando a las calurosas tierras de Ica, lo único que quería era dormir todo el día. Eran las tres de la mañana y buscamos un hotel cerca de la Laguna de la Huacachina, era un lugar muy bello, tenía un restaurante muy cómodo, una vista esplendida de las dunas que rodeaban la laguna, una alberca donde después del mediodía todas las chicas hospedadas salían a tomar el sol y un bar que abriría después de las siete de la noche, para todos los adictos al alcohol y la música puedan hacer de las suyas.

Mi tangamandapiana, apenas salió el imponente sol, pidió un paseo por los desiertos en un coche especial, donde también haríamos SANDBOARD (un deporte que consiste en deslizarse sobre las dunas más altas, solamente parado en una tabla, que tendríamos que maniobrar para no reventarnos sobre la arena). Yo soy un lobito feroz, pero aun así no me gusta correr muchos riesgos, el riesgo más peligroso que suelo evitar es no acostarme con la mujer de un policía o un vigilante, ni nadie que suela tener una arma de fuego en la última gaveta de su escritorio. Todo lo demás me daba fatiga, no soy de correr riesgos a plena luz del día, así que quise persuadirla para que no se exponga a hacer maniobras donde exponga su integridad, “las maniobras peligrosas hagámoslas en la cama” le dije en tono pícaro y soltándole una mirada pervertida, ella sonrió me tomo de la mano y me dijo: “conmigo perderás el miedo, mira que solo se vive una vez”. No quedaba más remedio, este lobito iba a sacrificar su vida en un lugar que no le parecía digno para su tumba (hubiese preferido arriesgar mi vida entre sabanas, como le había propuesto a mi amada).

El coche estaba esperando en la puerta del hotel, nos saluda el chofer, que se llama José pero que todos llaman “Sonrisas”, sin imaginarme porque tenía ese apelativo tan burlón. Subieron al coche dos mexicanos, tres suizos, un peruano y una tangamandapiana de pura cepa. El chofer advierte que debemos ajustarnos los cinturones mientras arranca de prisa rumbo a las arenas del desierto. Estando ya sobre la colina más alta, “Sonrisas” pisa el acelerador y empieza el viaje. No podía creer cuan peligroso podría ser una salida al mediodía, el coche iba tan de prisa que mi estomago sentía como chocaban mis intestinos, los suizos pedían más velocidad, las mexicanas pedían más velocidad, incluso una mujer de sesenta y cinco años que estaba un asiento delante mío pedía más velocidad, yo solo deseaba que el paseo termine, quería lanzar gritos de desesperación, pero no quise parecer un cobarde, no frente a una mujer de sesenta y cinco, además, mis gritos se verían opacadas por las carcajadas que lanzaba “Sonrisas” que estaba en su máximo éxtasis (nunca vi un tipo tan feliz haciendo su trabajo). El coche se estaciono en medio del desierto para los respectivos saltos en tabla, nos dieron las indicaciones necesarias para no morir en la caída, pero como soy tan distraído no prestaba atención, solo pensaba donde quería que se entierren mis restos, en el cementerio desconsolado de Ica, en el panteón más barato de Lima o en las tierras hospitalarias de Tangamandapio.

No podía esperar más, si había que arriesgar el pellejo, hay que hacerlo de la forma más valiente posible, en silencio y mirando hacia el frente. Le eche un poco de cera a mi tabla, pise fuerte la arena caliente, le implore a mi rodilla lastimada en la secundaria que por favor no me vaya a fallar en este momento tan crucial, medí la altura de la bajada y solté una grosería al viento. Luego respire hondo y me lancé. Mientras iba sin frenos por la arena, toda mi vida pasó frente a mis ojos, lo curioso es que más me pareció una película pornográfica que una vida real, no podía ser posible que mientras mi vida estaba a punto de terminar, yo aun siga pensando en sexo, gajes del oficio pensé. Al final la caida no fue para lamentar, pero mil veces prefiero acostarme con la mujer de un policia, palabra de lobito.

1 comentario:

Cesar Jack dijo...

QUE VERGUENZA UNA VIEJITA PIDE VELOCIDAD MIENTRAS QUE TU ESTAS LLORANDO,DEJAS MAL AL PERU.