lunes, 19 de octubre de 2009

BEBEDOR NOCTURNO


Era domingo y tuve que trabajar, es que después de la gran vida que me di con mi tangamandapiana, mis bolsillos sufrieron una crisis de grandes escalas. Había que hacer horas extras para pagar mis cuentas, pero ya andaba más tranquilo, nadie me iba a quitar lo que viví las semanas anteriores. Entre al MSN un rato para encontrar con quien charlar, es una buena forma de hacer pasar las horas en un trabajo que no te provoca diversión los domingos, es el día mas aburrido que hay para trabajar, así que había que hacer de tripas corazón y buscar distracción en el internet.

Llego la hora de cerrar y marcharse a descansar a la casa, estando en mi habitación me puse a ver el resumen del futbol de la semana, estaba lloviendo muy fuerte allá afuera, el frio era desgarrador, a los veinte minutos me quede dormido como un roble, andaba muy cansado. Siendo las doce de la noche me despierta el timbre de mi celular, era mi amigo Fabián que me preguntaba que andaba haciendo, “estoy durmiendo pues imbécil” le dije muy molesto, me increpó que porque duermo tan temprano, “acaso te estás haciendo viejo?” me pregunto en tono provocador, le conté que estoy muy cansado porque trabaje todo el día, le colgué y seguí durmiendo.

Media hora después otra vez el celular me despierta, era mi amigo Benito, “Oye lobito, hoy es cumpleaños del loco Cristian, tienes que venir para tomarnos unos tragos con él”, le dije que no me joda la vida, que el cumpleaños de mi amigo Cristian era al día siguiente, que no podía ir porque estoy cansado y además es muy tarde para salir de mi cama, “Te estás haciendo viejo, tú no eras así” me dijo en tono burlón y a la vez de desilusión. No me importó, yo tenía mucho sueño, solo quería dormir, además, estaba soñando con mi tangamandapiana, así que me volví a quedar dormido al instante.

Otra media hora después vuelve a despertarme el celular, “Lobito, soy Cristian y estoy celebrando mi cumpleaños, quiero que vengas o acaso ya no te importan los amigos?”, el loco Cristian es uno de mis mejores amigos de la infancia, siempre es un gusto encontrárselo y nunca te vas sin antes haberte reído a mares con él. Pero yo seguía cansado, en realidad fue un día muy duro, me disculpe y le dije que no podía ir, aunque su casa solo esté a siete calles de la mía, “Entonces es verdad, creo que ya estas viejo para estas cosas” me dijo como resignado a que su amigo ya no es lo que solía ser. Colgué el celular y me eche a dormir.

Pero lo curioso es que ya no pude dormir, será cierto lo que me decían mis amigos? que estoy perdiendo mi semblante de lobito feroz, de alma perdida condenada a perecer en el purgatorio?. No podía ser posible que haya renunciado a mi naturaleza, tal vez andar de enamorado con mi tangamandapiana me haya humanizado un poco, pero hace falta mucho más para que este ser de la noche renuncie a todas sus indecencias. Tome mi ropa, me puse los zapatos, me puse una gorra para la lluvia, fui en busca del tequila que me había quedado del regalo de mi amada y salir por la puerta de la sala sin que nadie se diera cuenta, “Ahora sabrán lo que es bueno, han despertado al monstruo” me dije como lanzando una maldición.

Llegue cuando menos me esperaban, dejando boquiabiertos a todos en la reunión, creían haber visto a un fantasma, pero mi mirada lo decía todo, esto no se acaba hasta que se acaba. Hubo mucha cerveza, música a todo volumen, ponían canciones del recuerdo, hubo temas de nuestro gran “zambo” Cavero que había fallecido hace poco, hubo de todo como en feria, las copas iban aumentando de volumen, hubo bromas pesadas, recuerdos de la infancia, añoranzas a los amigos que ya no están, confesiones personales que solo ahí se quedaran, éramos cuatro amigos de siempre, cómplices de mil batallas y mataperradas, tipos rudos que aprendieron a vivir como solo se aprende a vivir en ese lugar, a duros golpes, para entender que la vida es un conjunto de muchas cosas, buenas y malas, pero siempre es importante seguir.

Pero la noche aun no terminaba, faltaba cumplir mi promesa, así que el primero en caer rendido fue el dueño del cumpleaños. El loco Cristian se encerró en su cuarto y puso el seguro para no salir más, nuestros intentos por sacarlo de ahí fueron en vano, el segundo en irse fue Benito, se le nublaron los sentidos así que decidió que era mejor irse a dormir a su casa, quedaba solo Fabián, le di de probar mi tequila y se asusto tanto con la rudeza del trago que se rindió y prefirió irse a su cama. Así que, con ya todos mis amigos durmiendo, cogí mi botella de Tequilita, salí en silencio de la casa de mi amigo. Mientras caminaba las siete calles a mi casa, solté una sonrisa demoniaca, mire hacia atrás y mis ojos empezaban a brillar, “Viejo los cerros, este lobito aun tiene para rato” pronuncie mientras le daba un beso a mi botellita y segui mi camino bajo la salvaje lluvia de la noche.

2 comentarios:

Cesar Jack dijo...

Los mataste a todos jajajaja, ta bien carajo ese es mi pata.

Noelia dijo...

jajaja te tocaron la moral y saliste a demostrar he!! Che que fiesta aburrida por eso se durmieron !!


Saludos

Feliz fin de semana!!