No soy un tipo conocedor de futbol, lo he jugado muchísimas veces, en distintas canchas, contra muchos equipos, pero si me preguntan por una táctica o sistema, no sé que responder. Quizás ninguno de mis amigos sabe de mi ignorancia en este deporte, Pero cuando he tomado el balón en un campo de juego, casi nunca he defraudado, he jugado en muchas posiciones, siendo la de delantero y arquero como las que más me recuerdan mis adversarios. Supongo que hay mucha gente como yo, amante del futbol bien jugado hasta cuando lo ven por televisión.
Pero si puede haber alguien que me caiga mal en el futbol, ese es Andresito Mendoza, un delantero moreno, habilidoso pero extremadamente torpe a la hora de definir, era el primer delantero que he visto en mi vida, que se ríe cuando se falla un gol cantado. Algunos lo defendían diciendo que su risa era síntoma de nerviosismo, pero cuando una vez lo oyeron decir que: “yo solo meto goles donde me pagan”, todos coincidimos en que no era un jugador carismático, en fin.
Pero si puede haber alguien que me caiga mal en el futbol, ese es Andresito Mendoza, un delantero moreno, habilidoso pero extremadamente torpe a la hora de definir, era el primer delantero que he visto en mi vida, que se ríe cuando se falla un gol cantado. Algunos lo defendían diciendo que su risa era síntoma de nerviosismo, pero cuando una vez lo oyeron decir que: “yo solo meto goles donde me pagan”, todos coincidimos en que no era un jugador carismático, en fin.
Era jueves por la noche en el instituto, se iba a jugar Perú vs Ecuador por la clasificación a un mundial, en los altoparlantes se informaba que las clases se iban a suspender, para que todos podamos ver en el patio el partido con el proyector que acababan de comprar. Todos muy contentos, celebrábamos que no nos perderíamos el encuentro, veíamos la forma de meter bebidas alcohólicas al patio, para poder ver un partido como dios manda. Estaba todo listo, los equipos salieron a la cancha, los aplausos se oían a nuestro alrededor. Vimos como el partido transcurría y se ponía en contra nuestro, pero no dejamos de alentar, pero lo que vimos casi faltando siete minutos para el final nos indigno a todos.
Hasta ahora recuerdo aquel gol que se fallo sin arquero y a estadio lleno, solamente por no saber usar la pierna derecha. Recuerdo también que lance el grito más estrepitoso, frente a todo mi Instituto que estaba sentado en el patio viendo el partido a PANTALLA GIGANTE alentando a nuestra selección. No me pude contener y estalle al decir: “Negro hijo de p…”, sin darme cuenta que frente a mí, estaba sentado el profesor de Organización y Métodos, un tipo alto, antipático y MORENO (plop). Todos en ese lugar oyeron mi voz, todos en ese lugar vieron quien estaba delante mío, y para mala suerte mía, toooodos en ese lugar deseaban decirle lo mismo al profesor de Organización y Métodos (es que este tipo no le caia bien a nadie). La gente estallo en risas, se olvidaron del partido por un instante y celebraron mi frase, sintiendo que era la voz de todo el grupo que se revelaba ante la autoridad del maestro mas odioso del instituto. El profesor solo me miraba de reojo, ocultando su vergüenza, notando que todos lo miraban soltando carcajadas, mientras yo decía dentro mío: “carajo, ya me reprobó el curso”. Ni modo... son cosas del futbol
1 comentario:
bien cojudo pa sentarte detras de un profesor y tenias q ser cagon (alianzista) pa q no sepas de futbol, por eso esta su equipo esta asi jajajajaja.
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