martes, 31 de marzo de 2009

NADIE SABE PARA QUIEN TRABAJA



Me acuerdo que era la fiesta de año nuevo, estábamos Carlitos, David, Alejandro, Jonathan, Milagros, Diana, Rosa y Yo tomando unas cervezas en la casa de uno de ellos, cuando de pronto llego Sharon con su amiga Norma, estaban algo bebidas, las invitamos a pasar y nos pusimos a tomar con ellas. Sharon era la clase de mujer que todos queremos de vecina, aunque tenga marido, no era razón para que todos los chicos del barrio la deseáramos, sus pechos eran bastante agraciados, sus caminar decía que tenia todo en su lugar, los chicos solo fantaseábamos con ella, aunque en noches como esta, deseamos que los tragos hagan su trabajo y cuando la sangre se ponga caliente, intentar suerte con esa mujer que nos volvía locos a todos.

Pero ella siempre paraba con su amiga Norma que se dedicaba espantar a los chicos que se acercaban con oscuras intenciones. Pensábamos que era una buena amiga, enviada por su marido para que le cuide las espaldas, así que respetamos su papel. Pero esa noche era fin de año y no había limites a la hora de tomarnos los tragos, Sharon estaba mas coqueta que de costumbre, bailaba con todos y se reía de nuestras bromas en doble sentido, mi amigo Carlitos, que es el mas mala leche del grupo, se le había pegado como un chicle. Fue entonces que llega a la fiesta Cesar y su amigo Rubén, estaban ya ebrios y con ganas de “levantar carne”, pusieron la puntería sobre Sharon al verla empilada por los tragos, algo que nos incomodo a todos los que ya estábamos ahí, iniciándose una disputa entre todos los chicos, para saber quien seria el que dispare su artillería contra nuestra vecina de pechos voluptuosos. Hablando con Cesar pudimos llegar a un acuerdo y logre que se vayan a otro lado a buscar “pescaditos” porque las chicas de ese lugar ya estaban apartadas.

Fue un poco dura la rencilla entre los chicos, que Norma se dio cuenta que queríamos caerle a su amiga, supo lo que tenia que hacer, así que tomo sus cosas y se llevo a Sharon a otro lugar a seguir celebrando. No pudimos hacer nada para que cambien de idea, se subieron al auto negro de Norma y salieron con otros rumbos. Ya eran las 4 de la mañana y se había acabado el trago, Carlitos y yo salimos a buscar una tienda donde poder comprar mas cerveza. Pasamos varias calles, cruzamos algunos parques oscuros, y en uno de los parques pudimos ver el carro de Norma estacionado detrás de los árboles, como estábamos con las cervezas en la mano, Carlitos quiso acercarse para invitarle unos tragos y seguir celebrando con ellas metidos en el auto. La sorpresa fue grande al ver de cerca esa escena, Sharon y Norma estaban recostadas en el asiento de atrás, casi desnudas y dándose amor como dos gatas en celo. No las interrumpimos, no teníamos derechos de hacer eso, solo seguimos nuestro camino con una reflexión sobre las amistades y las oscuras intenciones que hay detrás.

Ya regresando a la casa de mi amigo, buscamos a Cesar y Rubén para hacer las paces y echarnos a reír por el desenlace siniestro que ha tenido la noche, estábamos encontrando explicaciones para lo que vimos en aquel parque, y entre tanta cerveza junta, celebramos la amistad, la lealtad y le dimos fin a un año lleno de sorpresas.

jueves, 19 de marzo de 2009

DESVIRGINADOR NOCTURNO


Jherson es mi amigo, un tipo con mucho sentido del humor, pocas agallas pero casi siempre con buenas intenciones. Yo lo conocí cuando tenía diecisiete años (tres años menos que yo) y aun no sabía lo que era estar con una mujer. Un día se le presento la oportunidad de estar con una chica, y para suerte suya, ella también era virgen. Al día siguiente mi amigo no cabía en su pellejo de felicidad, se sentía un ganador, un semental, un todopoderoso. Agradecido por el destino y por la vida, se quería cambiar el nombre, ya no quería que lo llamen Jherson, deseaba que ahora su nombre sea: “El Depredador de Vírgenes”.
Jherson gano mucha moral, subió tres escalones mas en autoestima y andaba a la caza de otras chicas que “quisieran probar sus virtudes”. No le fue tan mal, su cabello largo y su cara de niño bueno lo ayudaban, aunque en el fondo sabía que le faltaba malicia para las mujeres. Yo motivado por su arrogancia, vanidad y también por algo de envidia mía (es que nunca había estado con una chica virgen), quería saber lo que es estar con una chica principiante, de esas que te miran temerosas preguntando que es lo que va a pasar después. Luego de una larga búsqueda (porque me dijeron que ya no quedan vírgenes en este mundo), encontré una buena candidata, se llamaba Wendy tenia diecinueve años, trabajaba, estudiaba e iba a misa todos los domingos, participaba en el coro de la iglesia y tenia sus reuniones de catequesis tres veces por semana. Pensé que no encontraría mejor candidata que ella, entonces puse mis manos a la obra. Tres semanas después, luego de varios besos y caricias fogosas, le propuse “irnos a un lugar mas privado”, ella acepto y yo ya estaba sintiéndome un depredador.
Estando en la habitación pedi unos tragos para que ella deje los nervios, pero los tragos aparte de soltar los nervios, también te suelta la lengua. Fue ahí que Wendy me confeso que no era virgen, que ya había tenido “alguna experiencia en estas canchas”. Me sentí defraudado, algo desanimado y hasta aburrido de saber que ya no quedan vírgenes en este mundo como me habían dicho. Pero eso no fue todo, esa noche confusa me voltearon el pastel, entre las cuatro paredes de esa habitación se podían oír gemidos, quejidos de dolor y algo de misericordia: “no, así no, mas despacio”, “no te muevas tan bruscamente”, “me haces doler”, “por favor, ya cánsate”. Aquellos gritos eran los míos, había echo explotar un volcán que no quería detenerse nunca, sus movimientos eran tan rudos que pensé que iba a necesitar reposo absoluto saliendo de ese hotel, me sentía vejado, maltratado, casi violado y en cierta parte de mi cuerpo, algo irritado. Creo que fue mi castigo al tratar de buscar cosas que no son para mí, al querer ser un buscador de talentos principiantes para poder experimentar cosas nuevas. Lo pude confirmar cuando la respuesta a mis quejidos de parte de mi ninfomaníaca amiga Wendy fueron estas palabras: “No te quejes tanto que pareces una nena virgen”.

EL DEPREDADOR DE VIRGENES



Tenia un amigo muy divertido que se llamaba Jherson, tenia algunos años menos que yo, por eso me causaba gracia sus ganas desesperadas por estar con una chica, me recordaba a mi cuando recién empezaba. Jherson nunca había tenido relaciones sexuales y era algo tímido con las chicas, cada vez que se iba a acercar a una muchacha para buscarle conversación se moría de nervios y me buscaba para poner en practica una rutina que a mi me causaba mucha gracia, me decía: "Server, tócame el hombro muy fuerte y dime con voz grave: QUE LA FUERZA TE ACOMPAÑE". Aunque suene chistoso, esa rutina daba resultados con mi amigo, luego del apretón de hombro y la frasecita copiada de la Guerra de las Galaxias, Jherson se acercaba a la chica muy envalentonado y podía hacerle conversación. Algunas veces le robaba su numero telefónico o email, algunas veces salía con ellas, pero muy pocas veces lograba pasar a la siguiente etapa.

Y así pasaron las rutinas y los intentos por debutar en "ligas mayores", hasta que un buen día, se topo con una chica igual de desesperada que él. Se llamaba Susana y lo invito a ir a su casa mientras sus padres estaban trabajando. Jherson se moría de miedo, pero con un poco de agua fría, algunas cachetadas y unas jaladas de cabello lo hice entrar en razón. Jherson fue a la casa de Susana aquella tarde, no fue a clases y junto a ella pudo descubrir los secretos del sexo por primera vez. Al día siguiente ya era otra persona, su ego llegaba hasta el techo, sus ojos miraban mas allá de lo evidente y decía que ya era todo un semental, ahora ya no quería que lo llamen por su nombre, porque desde ese día seria:
El Depredador de Vírgenes.

Yo algo extrañado pero lleno de risa, le daba por su lado, era su momento de gloria, sus cinco minutos de fama, pensábamos que esa fiebre le duraría un par de días y nada mas. Pero parece que había creado un monstruo, Ahora no había mujer que le inspire temor, les hablaba a todas y ya no tenia miedo rebotar con alguna chica, "un depredador de vírgenes no puede darse el lujo de temer" me decía mirándome fijamente. En fin, pero lo extraño era que las mujeres le prestaban mas atención, será que emanaba una vibra fantasiosa por donde iba, una aureola divina que lo llevaba a otro nivel y que las mujeres podían distinguir, el caso es que en los dos meses siguientes se había acostado con unas seis chicas mas, de las cuales 3 también eran vírgenes. Fue así que nació la leyenda.

Ahora si le podía creer que era un depredador de vírgenes, y no solo eso, sino que era todo un "todoterreno", arrinconaba a las chicas en el baño, en alguna cabina de internet, debajo de las escaleras (como para no creer en la mala suerte), en cada lugar que se le presente, el tipo era un osado, un criminal del sexo, pero las cosas no son eternas. Un día que ya no recuerdo bien, este tipo nacido para pecar, fue atrapado por los brazos del amor, cayo en las dulces tretas del destino y se enamoro de una muchacha tierna y dulce, que le enseño a reposar de tanta travesura junta. Cuando mi amigo Jherson se fijo en aquella mujer aun no tan mujer, fue el día en que el Depredador de Vírgenes se perdió entre las historias que se contaban de él en los pasillos. Algunos piensan que murió para siempre, otros creen que solo esta en el reposo del guerrero y otros incrédulos como yo, intentan ponerlo a prueba para demostrarle que los animales del sexo no se van así de fácil.

Así que por alguna de esas calles, mismo Clark Kent, el Depredador de Vírgenes anda disfrazado de humano, queriendo ser un tipo común y corriente, alguien en quien se puede confiar. Pero no se fíen mucho, que el amor no cante victoria, porque los Depredadores no se domestican... solo reposan.


miércoles, 11 de marzo de 2009

EL PEOR DE TODOS


Todos en algún momento hemos tenido batallas perdidas, hemos tocado retirada en plena guerra o hemos alzado la bandera blanca en señal de rendición. Somos cazadores, primitivos, con instinto animal, pero no somos perfectos, no somos maquinas que todo nos salga como lo planeamos. Pero pienso que la peor batalla no es la que se pierde, sino la que todos se enteran cuando se ha perdido, la humillación de ser el perdedor de la noche.
Mi amigo Javier es un tipo algo fuerte, de contextura gruesa, un metro ochenta de estatura, muy alto pero con cara de bobo, de poca experiencia pero con mucha valentía para aprender. Le toco estar en una reunión de amigos y amigas del barrio, entre las amigas se encontraba una chica llamada Jenny, algo de metro cincuenta de estatura, bajita, de caderas frágiles, senos pequeños, con pocos años pero con mas experiencia que muchos en esa reunión.
Los tragos y las bromas iban transcurriendo, la noche aun era joven, poco a poco los cuerpos se ponían calientes, mi amiga Jenny puso la puntería sobre Javier, él no se mostró indiferente, por esas cosas que hacen los tragos y la amistad, ambos se cruzaron en la puerta del baño, acercaron sus labios y se besaron tan fuerte que luego Javier la metió al baño y cerro la puerta. Lo que ocurrió ahí nadie lo sabe, pero todos lo sospechamos, al cabo de unos minutos ambos salieron algo ruborizados, se pusieron en su lugar y no querían dar comentarios, al menos por el momento.
Lo que ocurrió después fue un fiasco, una vergüenza para el género masculino. Jenny lanzo toda su artillería contra mi amigo, dijo que era un “grandazo por las puras”, “un inútil total”, para luego sentenciarlo con el peor de los calificativos: “fue el peor polvo de mi vida” y estallar la risa de todos. Fueron las confesiones tristes de una mujer que sabia mucho de esos menesteres, alguien que tenia varios records guinnes en su currículum, toda una autoridad para dar calificaciones. Mi amigo tuvo que enfrentarse a las burlas y pesames respectivos, estaba muerto en vida, descalificado totalmente para un nuevo affaire, sobre su espalda habia que escribirle una X y poner con letras grandes "Producto dañado de fabrica", para evitar proximas lamentaciones. Pero esa noche no había ningún velorio, no había porque ponerse tristes, estaban celebrando una reunión de amigos y cómplices de aventuras. Uno de los que estaba mas borrachos se puso de pie y alzando su vaso exclamo: “Un brindis por el peor de todos”. Son gajes del oficio… Salud!!

martes, 10 de marzo de 2009

UN SOBRINO PELIGROSO

Alejandro era un tipo envidiable, tenia muchos amigos, muchas amigas, algunas amantes y sobre todo, tenia mucho tiempo libre para disfrutar de todas esas cosas. Pero para ponerle color a su vida, Alejandro también tenia un sobrino que se llamaba Carlos, que era un chico algunos años mas joven que él, pero con las mismas ganas de disfrutar la vida que su tío, pero no usaban los mismos métodos (ya les explicare).
Alejandro tenía dos trampas (amantes) que para mala suerte suya, vivían en el mismo distrito, algo que entre los chicos no es muy recomendable, pues corres el riesgo de ser pillado en algún momento. Pero mi amigo Alejandro siempre ha sido muy cuidadoso, llevaba más de un año saliendo con ambas y nunca tuvo problemas. Hasta que llego el maldito “Día de San Valentín” (el peor día del tramposo), ambas chicas querían salir a bailar con mi amigo a la discoteca que estaba cerca de su casa.
Él como todo un caballero, les acepto el pedido a ambas, pero tenia que idear un “plan maestro” donde incluía a su sobrino “Carlitos”. El plan consistía en salir primero con una hasta la medianoche, luego vendría su sobrino a decirle que ha ocurrido una emergencia, Alejandro se iría del lugar, dejando encargado a su sobrino que lleve a su amiga a su casa. Y así él se iba en busca de su otra trampa a seguir celebrando el tan famoso “Día del amor y la amistad”. Pero no contaban con la astucia de Carlitos.
El plan resulto como se esperaba, Alejandro salio muy temprano con la primera trampa, tomaron varias copas, ella estaba casi mareada, y fue que vino Carlitos a avisarle la “emergencia” a al tío y a la vez comprometiéndose en llevar a su amiga a su casa. Alejandro salio airoso y fue en busca de la segunda trampa (todo un maestro), la llevo a la misma discoteca y la pasaron muy bien, llego la hora de irse a “un lugar mas cómodo”, ella acepto, así que salieron en busca de un hotel disponible. Ya caminando por lugares oscuros y calles vacías, entraron a un parque donde se podía oír algunos gemidos bastantes excitantes, era una pareja que hacia el amor entre los arbustos, escondidos entre la hierba mojada. A mi amigo le causo mucha gracia que dos tipos estén tan desesperados por revolcarse que lo tengan que hacer al aire libre, pero luego no le causo nada de risa cuando noto que aquellos chicos eran su sobrino y su primera trampa. Mi amigo no podía hacer nada para no descubrirse, solo siguió su camino con su amante de turno, dejando a su sobrino que culminara el faenón (el polvo), entro al hotel y cumplió su propósito. Mientras reposaba sobre la cama gastada del hotel, Alejandro estaba pensando en las cosas del azar, en lo irónica que es la vida y lo peligroso que puede ser tener al enemigo en casa.

lunes, 9 de marzo de 2009

LA MUJER QUE YO ENFERME


Ella era una mujer algo callada, medio tristona, casi inocente, con mas años que experiencia, pero con mas ganas que cohibición, decia que no había cometido ningún pecado y si lo hubiera cometido, no lo recuerda muy bien, no tenia muchas aventuras por contar pero le gustaba oír las mías. Se llamaba Olga, yo le conté muchas de mis aventuras, de las malas y de las buenas, ella celebraba mis triunfos y se burlaba de mis derrotas, me alentaba a tener mas aventuras y yo la incitaba a que ellas las tenga conmigo, pero nunca acepto, decía que yo era harina de otro costal, caballo de otro rancho, así que no había por que insistir, cuando una mujer dice no, pues hay que darle un par de semanas para volverle a hacer la misma pregunta (o algo así dice el dicho).

Recuerdo que era el cumpleaños de un chico del trabajo, Joel iba a cumplir dieciocho añitos y aun no sabia lo que era estar con una mujer, todos en el trabajo lo querían llevar a una casa de citas para que se inicie en "las grandes ligas", pero yo tuve una mejor idea, había que iniciarlo con alguien de confianza, alguien que no lo apure a los cinco minutos de haber empezado (eso me han contado), alguien que no le inspire temor ni haga las cosas "fríamente calculadas", había que echarle un poco de pasión a su "regalo de cumpleaños". Hable con Olga si estaba dispuesta a hacer su primera locura, que era iniciar a un chico en el camino de ser hombre. Algo que una mujer no puede resistir, es poder saborear a un chico tímido y virgen, alguien que sabe lo recordara por el resto de su vida (yo hasta el día de hoy recuerdo a mi primera mujer), así que Olga acepto el reto. Le pedí que por favor no pise el acelerador y no haga acrobacias con el chico porque podría enfermarlo, y solo queremos darle una bonita experiencia, nada mas. Ella en tono burlón nos dijo que hará todo lo posible, pero que a la hora de la verdad, uno suele desconocerse, y yo le creí.

Así que luego de pactado el trato, se procedió a dejar que los tortolitos se vayan a consumar el obsequio de parte de todo el grupo de trabajo, mientras nosotros seguíamos celebrando el sábado con unas cervezas, ellos harían lo suyo entre cuatro paredes. Al día siguiente la historia fue distinta, aquella mujer no dejaba de contarme los detalles de esa noche, Joel hacia lo mismo desde su esquina, no lo podía creer, había estado con una mujer de verdad y tenia licencia para "contarlo todo". En fin, fue el gran evento del fin de semana, lo que paso después ya fue mas escalofriante, Olga empezó a sentir que aquel pecadillo no debía ser el ultimo, no después de haber gozado de la juventud de mi principiante amigo, ahora ella quería hacer de su vida un pecado constante. No se con cuantos mas se acostó, pero creo que no se salvo nadie, excepto yo claro, porque siempre me tuvo miedo, a pesar de haberse convertido en una deboradora de hombres había cierto respeto hacia mi trayectoria (ni modo, gajes del oficio).


No se si sentirme culpable o un descubridor de talentos, no se si soy un demonio o un enviado del destino que le abrió la ventana a esa dulce mujer, para que aprendiera a volar con sus propias alas. Lo único que se, es que por ahí anda una mujer sin escrúpulos, sin el menor reparo ni cargo de conciencia para comerse a los hombres con zapatos y todo, alguien que ama poco pero que enciende la hoguera del deseo cuando esta sobre una cama, una mujer todo fuego y morbosidad, que no desea tener fantasías incumplidas, que anda en busca de nuevas y fantásticas experiencia bajo las sabanas. Por ahí anda... la mujer que yo enferme.

sábado, 7 de marzo de 2009

MUJERES = HOMBRES ???

(Esta foto fue tomada despues de publicar esta entrada)

Mucho se habla de que las mujeres nos han igualado a nosotros los hombres en inteligencia y sabiduría, dicen que no hay cosa que nosotros hagamos que ellas no puedan hacerlo mejor. Lamento volverlas a su triste realidad, pero hay que aclararle algunos puntos a aquellas feministas que dicen haber alcanzado la cima y que pueden ver a los hombres cara a cara y de igual a igual.
Les diré algunas cosas en que nosotros los hombres le llevamos ventaja, a ver si así se ubican un poco y dejan de estar pidiendo sus "derechos" a la opinión publica. Atentas a la lista:

- Los hombres podemos conseguir el orgasmo al primer polvo, diosito nos dio esa facilidad, algo que las mujeres lo ven muy difícil, tienen que encender algunas velitas, incluso enmendarse a un santo para que eso les suceda.

- Los hombres perdemos la memoria muy fácilmente, si alguien pasa por nuestra cama, a los dos días es periódico de ayer, no nos ponemos a llorar si no nos llaman al celular, o si el numero que nos dieron es falso. Tenemos esa capacidad de borrar de nuestro disco duro todo lo que no se necesita.

- Los hombres podemos tapar muy bien una infidelidad, nos ponemos duros, fuertes y determinante a la hora de decir que no estuvimos con nadie, borramos huellas, cambiamos de celular, guardamos los condones en un lugar donde nadie lo va a encontrar. Ella se ponen nerviosas, no nos quieren ver a los ojos, tiemblan y dejan caer las cosas cuando le preguntamos donde estaban. Y lo que es peor, luego lo confiesan entre lagrimas.

- Los hombres cuando entramos a una habitación con una mujer, dejamos caricias, besos y mucho sudor (es decir, sudamos la camiseta), pero nada mas que eso, en cambio las mujeres dejan el alma, el compromiso que será "algo especial", la mente y muchas veces el corazón, ósea que llenan la habitación de cosas innecesarias. Los hombres somos prácticos, las mujeres dramáticas.

Como ven, aun estamos muchos años luz de ellas, no podrán alcanzarnos ni siquiera con un premio nobel. Somos muy superiores, en todos los campos, aunque solo escribí sobre algunas ventajas, demás esta seguir con la lista. Así que mujeres, tal vez algún día puedan alcanzarnos, quizás lo logren alguna vez, pero mientras tanto.... vayan a la cocina y prepárense algo rico que tenemos hambre.

miércoles, 4 de marzo de 2009

MARICON NOCTURNO


Julissa tenia apenas dos días de haberse mudado a mi calle, todos habíamos notado lo bien que estaba, no era para menos, había heredado la voluptuosidad de su tía Rebeca, a quien todos los chicos deseábamos en secreto y en nuestras noches solitarias la evocábamos en silencio con nuestros pensamientos mas degenerados. Éramos unos adolescentes en busca de placeres fogosos, queriendo saberlo todo en cuanto al sexo, sin medir la consecuencia de nuestros actos.
Yo no tarde mucho en llegar a hablar con Julissa, le mostré los alrededores de la zona y también le presente a los demás amigos de la cuadra, que no eran pocos. Pero entre los amigos habían otros lobos que querían comerse a esa caperucita de buenas piernas y pechos bastante desarrollados para su edad. Entre ellos estaba mi amigo Julio que apenas me llevaba un año en edad, pero varios siglos en recorrido, tenia mas calle que yo y eso no se podía discutir.
Pero aun así, yo no me daba por vencido y estaba dispuesto a usar todas mis armas (las pocas que tenia, pues apenas contaba con dieciocho años, no sabia casi nada), la invitaba a caminar, le pagaba los refrescos, le hablaba de mi, pero sin dejar de tartamudear por los nervios, avanzaba lo mas que podía a ver si por ahí al menos podría robarle un beso.
No se como empezó todo, pero los últimos días que la veía la sentí mas distante, como ajena a mis palabras, al mismo tiempo que me preguntaba mas de mi vida, si alguna vez tuve novia o si he tenido alguna experiencia con mujeres, yo respondía muy ligeramente, le dije la verdad, que tengo poca experiencia y que no se mucho de las chicas. Pero en vez de emocionarla, note que estaba como analizándome cada palabra y gesto que hacia, me sentí raro, como cohibido, así que mejor deje de verla por unos días. A la siguiente semana, cuando pasaba por un parque, vi a mi amigo Julio besando y tocando a Julissa bajo la oscuridad de un árbol. Sentí rabia e impotencia de no ser yo el que estaba ahí con ella, pero lo que aprendí desde chico fue aceptar las derrotas y esperar la siguiente batalla. Mas tarde, cuando vi a Julio le dije haberlo visto besando a la chica que me gustaba, él muy fresco y como buen amigo que ha sido desde la infancia me confeso haber usado una treta en contra mía para poder lograr su cometido. Me dijo que le había dicho a Julissa que yo era gay, por eso nunca había intentado siquiera besarla, que me gustan los chicos y que me daba vergüenza decirlo, como el me conocía desde niño sabia mi "gran secreto".
Al principio me enoje un poco, solo un poco, luego me eche a reír por las cosas insólitas que las mujeres suele creer a los chicos, después supe reconocer el ingenio de mi amigo para lograr acostarse con esa chica que tanto me gustaba, respete eso y lo acepte. Total, yo en su lugar hubiera hecho lo mismo, así que no había resentimientos, el era mi mejor amigo, era como un maestro y hasta me honraba saber que uso una trampa tan sucia como esa para poder ganarmela.
Nunca le dije la verdad a Julissa, nunca le aclare sobre mis supuestos gustos raros, pensé que si ya no podía ganar esa batalla, no había que hacer mas esfuerzos por mantener la paz, no me importo que se corra el rumor, pienso que son los riesgos que se corre, nunca dude de mi sexualidad para ir temiéndole a los rumores. Además, estaba seguro que si la vida es circular, pronto esa chica y yo tendríamos nuestros "cinco minutos" para aclarar nuestras diferencias, pues yo no iba a seguir siendo un chico inexperto, los años te dan malicia y las mujeres nunca están contentas con lo que oyen, prefieren comprobarlo ellas mismas. Como sucedió algunos años después... pero esa es otra historia.

DORMILON NOCTURNO



"Las cosas pasan por algo" es lo que me decía mi amiga Lucia mientras le confesaba mis tragedias, es la frase que mas odio, porque suena a resignación, a no saber que mas decir cuando ya estas jodido, y a nadie le gusta estar jodido. Pero en fin, Lucia es mi amiga y aunque odie su frase, quiero todo lo demás que ella tiene. Pero todavía no podía terminar de creer lo que me paso aquella noche.
Estaba bebiendo unas copas con los amigos luego de un partido de futbol, no hay nada mejor que unas cervezas bien heladas luego de un trajín agotador. Las bromas iban y venían, las botellas también, las anécdotas de hombres que suelen exagerarse en tardes como esta, los súper poderes que nos adjudicamos aduciendo que siempre tenemos el sartén por el mango. Pero lo que suele pasar en esas tarde de tragos con los amigos, es que a una determinada hora, todos empiezan a coger su celular para llamar a una "amiguita", pues las copas que han bebido le han despertado el semental que tenían dentro. A todos les dio ganas de tirarse un polvo y querían saber a quien llamar para saciar su apetito. La reunión termino a las 4 de la tarde y cada uno cogió su mejor destino.
Ya de camino a mi casa, yo también estaba algo calentón y no sabia con quien desfogarme. Pero por esas cosas del destino me tope con Mercedes, una chica que siempre le gusto la idea de estar conmigo, pero nunca se dio la ocasión, quizás porque no me gustaba tanto o tal vez porque nunca me ha gustado las cosas fáciles (nuestro instinto de cazador suele predominar a las demás leyes de la naturaleza), pero en esta ocasión yo estaba ebrio y cualquier cosa podía pasar. Entonces sin mostrarme tan desesperado y con algunos coqueteos, pacte un encuentro carnal con Mercedes a las siete de la noche, hora en que salía del trabajo.
No pude esperar que pasara el tiempo, llegue a mi casa, comí algo y me metí a la ducha para relajar el cuerpo, me afeite, me eche un shampo especial y me estaba echando una colonia nueva que me recién había comprado. Luego de eso me disponía a vestirme, me había puesto una camisa celeste, unos zapatos negros y un pantalón del mismo color, cuando me disponía a abrocharme el pantalón me recosté sobre la cama y ..... ya no recuerdo mas.
Supongo que era tanto el cansancio y las copas (estaba muy ebrio), que al ponerme en posición horizontal hizo que todos mis músculos se durmieran sin pedir el menor permiso. Solo recuerdo que desperté con el ruido de los gatos corriendo por mi techo, al fijarme el reloj eran las 9 de la noche !!. Estaba desorbitado, no sabia como reaccionar, el cansancio me había jugado una mala pasada y me había perdido de una noche de sexo, lujuria y quien sabe que otras cosas mas (Mercedes tenia fama de ser una amante muy traviesa). No dejaba de maldecir mi mala suerte, perdi la guerra sin siquiera haberla empezado, me senti herido en mi orgullo y sobre todo frustrado en mi hombria. Entonces no encontré mejor remedio que salir a caminar por las calles oscuras, buscando explicaciones y entre ese paseo me tope con mi amiga Lucia que sentada a mi lado, con un cigarrillo en la mano y mirándome la cara de tonto insatisfecho me decía: "Las cosas pasan por algo", yo masticando la bronca por la noche intensa que había perdido, le decía soltando una sonrisa: "No me jodas".

lunes, 2 de marzo de 2009

LLAMADAS ANONIMAS


Una noche al llegar del trabajo, encendí la radio para oír algo interesante, no se si fue Radio A o Radio Ritmo, era una radio medio cursi donde la gente llamaba para dejar sus comentarios y si era posible dejar su numero telefónico por si algún tipo solitario o aburrido se atreviera a llamar. Yo era ambas cosas, así que tenia razones de sobra para oír esa radio. Fue cuando llamo una tal Michelle, decía tener veinticinco años, que vivía en La Molina, que estaba sin pareja y con "muchas ganas de hacer amistades". Parecía una mujer centrada, dócil, sensible y muy seria, todo lo que un chico deseaba tener al lado, es cuando uno siempre se pregunta: y por que una chica así esta sola??.

Llevado por la curiosidad y el encanto de aquella chica, tome mi teléfono y la llame a su casa, le dije mi nombre y mentí en mi edad (no puedo dejar de mentir ni un instante), ella muy amable me preguntaba sobre mi y mis aficiones, la charla se hizo muy amena conforme pasaba el tiempo, pero como yo soy algo curioso e impertinente, le empecé a hacer preguntas encendidas, a lo que ella ya entrada en confianza conmigo, no dudaba en responder, incluso se animo a hacerme las mismas preguntas. Yo como le había dicho que tenia dieciocho años, fingí ser un tipo inexperto en las clases amatorias, un virginal, un don nadie en la cama, un adefesio en el amor. Ella pareció encenderse mas cuando le confesé mi supuesta virginidad, me dijo que no hay nada mas tierno como un chico virgen.

Nos la pasamos hablando de muchas cosas, una cosa llevo a la otra, no recuerdo en que momento empezó, pero cuando me di cuenta, ya estábamos diciéndonos cosas sucias por el auricular. Ella me pidió bajarme los pantalones, yo le pedí que se quitara la ropa interior, ella me pidió tocarme en mis partes privadas que se ponían mas duras conforme avanzaba la conversación, yo le pedí que se acariciara los pechos mientras me decía las cosas que me haría si estuviera con ella esa noche en su cama. Las cosas que me dijo no las puedo repetir, solo se que no había conocido una mujer mas caliente que aquella chica anónima del teléfono. Tuvimos una noche alocada, con tocamientos, caricias y gemidos desesperados, tuvimos sexo por teléfono, yo nunca había hecho una cosa así, me sentí un pervertido (mas pervertido de lo que ya era). Después de toda esa sesión entretenida, nos despedimos pactando otra llamada al día siguiente, lo cual no sucedió, porque por esas cosas de mi vida cotidiana, yo solía llegar muy tarde a mi casa y solo queria descansar.

Pasaron como cuatro días sin haberla llamado, aquel día cogí el teléfono para saber como estaba aquella mujer extraña y sobreexcitada, grande fue mi sorpresa cuando llame, no me contesto aquella chica amable y juguetona, sino una tipa enfurecida y desquiciada de celos. Pidiéndome explicaciones del porque la "tenia olvidada", me culpaba de haber estado con otras mujeres y haber hecho travesuras mientras ella se la pasaba "trabajando y pensando en mi". No podía creer como cambian las personas en tan pocos días, colgué el teléfono y decidí no llamarla por un buen tiempo o quizás nunca mas.

Dos semanas después en el trabajo, un amigo adicto al chat me contaba lo aburrida que estaba su vida después de tanto "charlar con los dedos, pero sin nada de acción", lamentando su mala suerte con las mujeres, ninguna le hacia caso y hasta pensaba que era una especie de maldición. No me gusto verlo tan deprimido, asi que le dije: "quieres conocer a una chica de verdad?", él me dijo que era lo que mas anhelaba en la vida, entonces le apunte el teléfono de Michelle en un papel y le dije: "Llámala y dile que eres un chico virgen de dieciocho años", el nene me miro extrañado: "pero si yo tengo dieciséis". Le pedí que hiciera lo que le digo y que no se arrepentirá. Al día siguiente cuando lo vi, tenia otra mirada y una sonrisa pegada al rostro (también unas ojeras que parecían anteojos), "No sabes lo que me paso anoche, fue una locura, ese numero que me diste fue lo mejor que me pudo pasar", me alegro verlo así, tan suelto y desfogado, no pude evitar preguntarle por Michelle, como estaba ella y que andaba haciendo ahora sin mi; "No quiero que la vuelvas a llamar, desde este momento ella es mi novia y quiero que respetes eso, hazlo por un amigo, entendido??" me dijo en tono amenazante y a la vez suplicante, no podía negarme a su pedido, yo ya no era un adolescente entusiasmado, tenia algo de mundo en estos menesteres, así que lo deje con su "nueva diversión" y me alegre por el, parecía que lo necesitaba mas que yo.

Pero los finales felices son solo para las novelas, la vida real no permite cursilerías de ese tipo. Varias semanas después la mama de mi pequeño amigo vino a mi trabajo a buscar a su hijo, "Donde esta ese pequeño degenerado??" gritaba apenas entro, cuando lo encontró metido en una cabina de internet, se acerco y se lo llevo de las orejas, "Ya me han contado que vienes aquí solo para ver pornografía, ahora en la casa vas a ver como te castigo" le decía mientras se lo llevaba del brazo, delante toda la gente ahí presente, haciéndole pasar la peor vergüenza de su vida. al acercarme a mi amigo solo pude oírlo decir: "fue Michelle, esa loca de mierda".

Luego me entere que mi amigo le había contado que paraba en el chat buscando amigas y como Michelle era una enferma de los celos, llamo un día a su casa cuando el no estaba, para hablar con su madre y contarle que su hijo era un pornógrafo convicto y confeso, y que debería prohibirle entrar a las cabinas de internet para no tener un hijo pervertido en la familia, así ella estaba tranquila que su "novio" no ande buscando mas amiguitas. Cuando oí la historia completa me eche a reír, y a la ves agradecí a mi amigo por haberme salvado de una desquiciada total, "ya me las pagaras" me decía mientras se colocaba en una cabina para chatear, no sin antes pedirme que por favor le avise si es que llega su madre a buscarlo para poder esconderse a tiempo detrás de los muebles.

MENTIROSO MENTIROSO



No se en que momento me volví un mentiroso, supongo que fue algo genético que luego se manifestó en forma mas agresiva hasta llegar a ser lo que me he convertido. Miento tanto y a tantas personas que luego imagino que todo es verdad, será por eso que si me quieren inculpar de algo, lo niego todo de manera tan vehemente que terminan creyéndome.
Conocí a Arellys hace unos meses, me encanto su sonrisa, su forma de decir las cosas y sus preguntas curiosas, pero sobre todo me encantaron sus pechos, que puedo hacer, soy un tipo que se deja llevar por el instinto y la lujuria, soy de esos tipos que aun no terminaron de evolucionar y que van detrás de todo lo que tenga piernas (solo dos piernas, que quede claro eso). Así que invite a salir a Arellys al cine, luego a comer algo, mientras me contaba su vida, pasión y milagros, yo también le contaba algo de mi, pero como a las mujeres siempre les gusta que les pregunten de ellas, mis respuestas no solían ser muy interesantes, el tiempo era dedicado a hacerle un “escaneo progresivo”, que es como un análisis de rutina que solemos hacer los chicos a las chicas que recién vamos conociendo.
Las cosas fueron muy rápidas, a la primera salida pude darle un beso, luego las caricias no tardaron mucho, y las proposiciones de “irnos a un lugar mas cómodo” estaba latente, esperando la respuesta adecuada, pero ella quería conocerme mas y fue ahí que empezó a hacer mas preguntas que de costumbre. Pude salir airoso del bombardeo, logre responder todo el cuestionario agresivo, así que los pasos ya estaban dados. El siguiente era “conocernos mas profundamente”.
Nos metimos al hotel mas cercano, nos quitamos nuestra ropa y procedimos a darnos amor bajo las sabanas, luego de dos horas de encuentros carnales, ella se recostó sobre mi pecho y en forma tierna me confesaba la suerte que ha tenido de encontrar a alguien como yo. No pude detener el remordimiento y tuve que dar pie a algunas confesiones: “Te he mentido en algunas cosas” le dije, “humm en cuales? Dímelas ahora” respondió en tono serio.


- “No trabajo en el lugar donde te dije, sino en otro lado”
- “No vivo en la calle Mendiola, vivo en la calle Libertad”
- “No tengo treinta años, tengo veintiseis”
- “No nací en Agosto como tu madre, nací en enero”


Luego de algunos minutos en silencio, mirando hacia otro lado y dándome la espalda me dijo: “Gracias por contármelo todo, ahora que empiezas a ser sincero conmigo, te quiero un poco mas”, me abrazo muy fuerte, me beso en el cuello y luego hicimos el amor otra vez. Al final, postrando su desnudez sobre la mía y mirándome con esa cara de ingenuidad me preguntó: “Seguro que ya no tienes mas secretos para mi, Omar?”. La acaricie el cabello, la mire a los ojos sonriendo y le dije: “No, ya no hay mas secretos”, la bese y me metí a darme un baño, mientras estaba en la ducha quitándome las huellas de pasión vividas en aquella habitación, me lamentaba en voz baja “Debí haberle dicho que Omar no es mi verdadero nombre”.